El volcán de La Palma cumple 84 días: El más duradero y destructivo de su historia

Este sábado el volcán sin nombre de Cumbre Vieja ha superado a la erupción más larga desde que se tienen registros en la isla, el volcán de Tehuya en 1585

Vista de los dos centros de emisión en las primeras semanas de erupción REUTERS/Borja Suárez/ ATLAS

Laura Bautista

El volcán de Cumbre Vieja, aún sin nombre, ya es la erupción más duradera y más destructiva de la historia de La Palma desde que se tienen registros. Cuatro días después de que se abriese la tierra en Cumbre Vieja los expertos lanzaron la estadística de la historia de la isla Bonita, entre 24 y 84 días de erupción. Día a día ha ido rompiendo todas las previsiones hasta alcanzar el máximo histórico de la serie.

El volcán ya ha superado, hoy sábado, a la erupción más larga de la que hay documentación, la de volcán de Tehuya de 1585 y con 84 días.

El volcán que se abrió el pasado 19 de septiembre en Cabeza de Vaca tiene en vilo a la isla desde entonces, superando la estadística histórica de las erupciones de la isla más joven de España para el desazón de los vecinos.

Tras casi tres meses de destrucción, incertidumbre y un avance imparable desde esta dorsal hasta la costa, la factura económica del volcán ya supera los 900 millones de euros, tiene a 7.000 vecinos desplazados de sus hogares y ya ha sepultado 1172,82 hectáreas (según los datos del Cabildo de La Palma) en un perímetro teñido en negro de n60 kilómetros.

A su paso, ha arrasado con 1.628 edificaciones, con 1.304 hogares que yacen bajo el decenas de metros de magma y 360 hectáreas de cultivo. También ha acabado con 179 edificaciones agrícolas, 74 de tipo industrial con un polígono completo (Callejón de la Gata) enterrado en lava, 40 de ocio y hostelería, 15 de uso público como el CEIP Los Campitos o la escuela de Todoque, además del CEIP de La Laguna que tiene el volcán dentro del patio, 16 edificaciones de otros usos y 72,7 kilómetros de carreteras.

El golpe más duro se lo ha llevado Los Llanos de Aridane, del que el volcán acumula el 75% de su daño, un 17,02% en el caso de El Paso donde empezó la pesadilla y un 7,53% en Tazacorte, donde la furia de este gigante que despertó en Cumbre Vieja ha encontrado su salida.

La magnitud máxima registrada de este volcán ha sido 5,1, sentido con intensidad V, que ha sido uno de los recordatorios continuos que ha tenido la isla viviendo entre temblor y temblor con hasta 375 al día. Desde que el volcán empezó a dar avisos de despertar, con el enjambre sísmico registrado desde el 11 de septiembre, el número de sismos ya ha separado los 8.50o.

En estos momentos, con parámetros de vigilancia volcánica a la baja y estable, los vecinos confían en que la pesadilla termine pronto, aunque los expertos no se atreven a vaticinar una fecha para el principio del fin. La señal del tremor está en niveles bajos y con poco variabilidad, la deformación estable, la sismicidad intermedia y profunda bajando y la tasa de emisión de dióxido de azufre del penacho volcánico en niveles aún altos, pero en tendencia descendente desde el pasado 23 de septiembre. Las coladas transcurren principalmente bajo la superficie a través de tubos lávicos, y la esperanza y el optimismo de los palmeros crece en un volcán que aunque les tiene acostumbrados a sustos y sorpresas tiene «muestras claras» de pérdida de energía.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación