El secreto de esta ancestral técnica
El grueso de la actividad artesana se localiza en lugares como Vallehermoso aunque existen enclaves concretos como El Cercado o Chipude que se han convertido en el centro de elaboración de productos hechos con barro. Entre ellas destacan las vasijas de claro origen aborigen, uno de los símbolos de la isla.
Por suerte, no es demasiado lo que se ha perdido y sí bastante lo que se ha conseguido mantener. Prueba del valor de este mundo es que en la actualidad está repleto de nombres extranjeros de personas de otros países que han sabido apreciar la cultura tradicional de La Gomera y se han dedicado a mantenerla . No siempre se trata de artesanía propia en sentido estricto del término sino que en muchas ocasiones se han introducido diversas modificaciones.
Laura Chinea Morales, forma parte de esa estirpe legendaria de ceramistas de El Cercado, conocidas como loceras, que fabrican las características piezas de barro que identifican a la artesanía de La Gomera . Sus conocimientos vienen de los ancestros y ella a su vez se los ha trasladado a su hija, Ana Delia Barrera Chinea.
Pero su auténtica maestra recuerda que fue Rufina González , fallecida hace ya algunos años. En la actualidad se ha retirado de este mundo por cuestiones de edad. Indica que las piezas ya no tienen la misma utilidad que en su época de la juventud. Ahora se han convertido en elementos que se venden a los turistas para que decoren sus casas en sus países de origen.
«Dejé de hacerlo porque me ocupaban mucho tiempo. Es necesario un par de días para cocerlas y luego hay que secarla para poder cocinarlas». Cuando se le pregunta cuál es el secreto de esta ancestral técnica responde que en realidad «ninguno», simplemente «ponerle cariño y hacerlo bien».
El papel del Cabildo de La Gomera
Antiguamente estas piezas eran utilizadas para mantener fría el agua, para tostar el grano o servían como platos. Sostiene que sería una auténtica pena si todo este mundo se pierde. «Cuando los mayores nos vayamos es posible que los jóvenes ya no sepan nada de todo esto». Su especialidad era elaborar vasijas pequeñitas conocidas como hoyas de castaña porque servían para tostarlas. «Antes eran más grandes pero ahora no», indica. Por lo pronto, su hija se dedica a impartir esta modalidad en los colegios, con lo que en parte se garantiza la continuidad de la tradición.
El presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo Curbelo, apunta como principales objetivo mantener la autenticidad, calidad y originalidad de los elementos artesanales que identifican a la isla, labor en la que considera que resulta imprescindible que se involucren todas las administraciones.
Curbelo recuerda que en la actualidad son muy pocas las personas que pueden vivir exclusivamente de la actividad artesanal. «Nuestra obligación es hacer lo posible para conservar los valores de cada una de las modalidades y que estas piezas sean atractivas para que las adquieran los turistas. Con este fin resulta imprescindible evitar la adulteración e invasión que en ciertas ocasiones se produce», indica.