José Fco. Fernández Belda - Viviendo en San Borondón

Vergüenza ajena

El Aeropuerto de Gran Canaria está siendo citado en toda España gracias a los esperpentos que Rosell ha protagonizado

José Fco. Fernández Belda

Cuando uno creía heber visto y padecido casi todo en el ámbito de la política, tras las últimas elecciones prenavideñas, los espectáculos que están dando sus señorías y sus asesores superan lo imaginable. La llegada de Podemos a los ayuntamientos y a los parlamentos autonómicos o al nacional, le ha proporcionado a esas instituciones un toque de barra de bar o de cafetería vintage años 60, tanto en la vestimenta un tanto inadecuada, como el lenguaje más propio de mítines callejeros que de un lugar en donde dicen resolver los problemas ciudadanos.

Hay cosas que no se ven en los países normales del mundo, salvo en los que comulgan con el bolivarismo al estilo chavista o castrista. Es dificil de entender que, por ejemplo, Pablo Iglesias vaya a una cita con el Rey en mangas de camisa, pero vista un traje con pajarita para asistir a un acto lúdico, como es la entrega de los Premios Goya. Debe ser que los del mundo del cine, que no representan a nadie, ni siquiera al mundo de la cultura fuera de su parcelita, le generan más respeto que el Jefe del Estado o los representantes de la soberanía popular de España o de Europa, que sí representan a millones de españoles y de europeos.

La juez en excedencia Victoria Rosell , ya ha protagonizado varias situaciones escandalosas, y a mi entender, poco adecuadas en quien está llamado a la ejemplaridad por razón de su cargo. Su partido, Podemos con todas sus marcas blancas, llegó a donde ha llegado, porque muchos votantes se creyeron a pies juntillas lo de la renovación, la nueva política y las promesas populistas. Todo ese castillo de naipes se está desmoronando en cuanto se han confrontado con la vida real. Porque una cosa es predicar en una asamblea callejera y otra bien distinta es administrar una institución. En gritar, amenazar y pancartear eran especialistas. En gestión no lo eran, ni lo son. Tampoco lo son sus modelos griego, castrista o venezolano. Así les va.

La diputada Rosell parece no haber entendido lo que Pablo Iglesias y sus adláteres, los que le van quedando y los ya depurados, predicaban en sus mitines. Era aquello de que hay que ser trasparentes y no actuar como ellos afirmaban que lo hacían los de la vieja casta. La evidente falta de experiencia profesional y política de la inmensa mayoria de ellos en el mundo real, lejos de de los paraísos socialistas que predicaban y estaban convencidos de alcanzar al asalto, les hizo suponer que la prensa independiente los trataría como mesías salvadores, al estilo de los medios que los promocionaban. Los que les bailaban el agua y jaleaban sus disparates económicos eran los medios progresistas. El resto, la derechona fascista y de Merkel.

Ya se estrenó Victoria Rosell con el asunto de los negocios que hacía su compañero periodista con un imputado o investigado en su mismo juzgado, como era Miguel Ángel Ramírez. Cuando el asunto se destapó en los periódicos nacionales, ella y sus correligionarios intentaron que el tema se archivara. Lo lógico y razonable sería que la fiscalía no hubiera sido amordazada con tecnicismos de leguleyos para cerrar en falso el asunto. Es evidente que los ciudadanos se merecen una aclaración total y que se depuraran responsabilidades, si las hubiera. La mejor forma de ser ejemplar no es nunca dar carpetazo invocando un privilegio.

El Aeropuerto de Gran Canaria está siendo citado en toda España gracias a los esperpentos que Rosell ha protagonizado. El de querer usar la sala VIP, porque ella supone que es una “very important person”, fue el primero. Ahora le ha seguido no querer respetar el mismo protocolo de seguridad que el resto de los pasajeros. Y lo malo es que pretende hacer creer que hay una persecución contra ella y no que su proceder es, como mínimo, poco adecuado.

A modo de broma, la publicación satírica «El baifo ilustrado», comenta que la diputada podemita quiere que se sustituya a la Guardia Civil por personal de Seguridad Integral Canaria , precisamente la empresa de los líos judiciales y del escándalo no aclarado suficientemente de los negocios del empresario con el periodista actual pareja de la ex juez. ¡Ay de quien tuviera que pasar por el juzgado de Victoria Rosell si se reintegrara a la carrera judicial por no conseguir ser la “Ministra de Justicia de Podemos”! ¡Vergüenza ajena nos hace sentir!

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación