Nadia Jiménez Castro - Cultura

«Torobaka», Galván y Khan deslumbran en el Cuyás

Khan y Galván son dos maestros. Juntos en escena. Un diálogo en escena vestidos de arte pero desnudos para la escena

Nadia Jiménez Castro

Hay que despojarse de todo y vestirse de nada para asomarse a ‘Torobaka’. Hay que olvidarse del camino para poder emprenderlo y entregarse en cada paso. El aprendizaje es la vida misma y hay que darse por entero a cuanto ella dicta, y saber abandonarse a sus enseñanzas, una a una. Todas. Al momento, sin más.

Nijinsky formaría trío con Galván y Khan sin dudarlo . Sí, Nijinsky bailaría con Israel. Nijinsky bailaría con Akram. Vería la pureza de sus movimientos y cómo de sus cuerpos, juntos, nace la coreografía. Como la vida.

Danza y vida están en crecimiento continuo. Son protagonistas de un ciclo en permanente evolución. Khan y Galván lo saben. Y por ello huyen del dogma aunque escudriñen las raíces de la tradición . Acuden al origen mismo del ‘kathak’ hindú y del flamenco para constatar que no es algo cerrado.

Para desvelarnos lo que ya sabemos del círculo, que su línea no tiene ni principio ni fin. Es continua, como el movimiento y como la vida. En constante aprendizaje y enriquecimiento. A fuerza de reemprender el camino, se vuelve a andar como algo inédito . Así bailan Khan y Galván.

Aún más. Si ello fuera posible, estoy segura de que Goya alumbraría una serie de grabados dedicados a esa vida que discurre en ‘Torobaka’. A los movimientos de Israel Galván y Akram Khan . Juntos y por separado. A sus manos. A sus pies. A sus cabezas.

La torsión de sus cuerpos está llenas de sentimientos y emociones. Curiosidad, descubrimiento, temor, amistad. Dolor, amor, pasión, comunión…En cuerpo y alma. Resurrección, casi . Y a un sólo tempo.

‘Torobaka’ es ritmo de principio a fin, aún en silencio . Ritmo y latido en el gesto, en la voz y el cuerpo. La música y los cantos son tan importantes como la propia danza.

Las voces de Christine Leboutte y David Arzuza (su interpretación a capela de ‘Porque llorax blanca flor’ sobrecoge…). Los cantos en sánscrito, la percusión y juegos con la voz de Manjunath (casi imposibles de imitar) se presentan como un paisaje que sólo la arena y el viento hubieran podido construir.

‘Torobaka’ es, por encima de todo, un viaje en el que todo cuanto trae la brisa desde Oriente es acogido con mimo en el hueco de una mano ‘andalusí'. Y viceversa. El arte sopla en ambas direcciones sobre el escenario para mostrar una fertilidad cultural como pocas .

Khan y Galván han hecho suyas las tradiciones recibidas pero ambos han sabido personalizarlas. No se han conformado con repetirlas tal cual. Entran y salen a voluntad de esa línea del círculo imparable hasta que todos acabamos olvidando que existe.

Alcanzan una comunicación casi mística. En perfecta comunión. Sus manos y sus pies encuentran el vínculo que un día las palabras se encargaron de separar. La conexión de ese espíritu común que insufla aliento al cuerpo , guía sus movimientos. Y sucede que van a la par…El ‘katha’ y el flamenco. Israel y Akram.

Esencia y presencia. Ambos se despojan de su ser para crear algo nuevo. Y surge ‘Torobaka’. Akram no duda en un zapateado descalzo que cautiva como si fuera de puro taconeo. Y, por su parte, Israel dialoga en un coqueteo de gestos imparables que encuentran voz propia.

Son dos maestros. Juntos en escena. Un diálogo en escena vestidos de arte pero desnudos para la escena . Duetos y solos. También coros. El resultado no puede ser otro que un torrente de energía sobre el escenario del Teatro Cuyás.

Trabajo e improvisación. Fuerza y humildad . Desde dentro, siempre de ‘adentro’. “Anda jaleo, jaleo…”, cantan todos juntos cuando ya se han entregado por completo a esta fiesta cultural que puede ser la vida. Y discurre, sin más…'Torobaka'.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación