Puerto Naos: El mayor núcleo turístico de La Palma, cerrado por gases 143 días después
Las mediciones en Puerto Naos siguen apuntando concentraciones de gases derivados de la erupción volcánica peligrosa para la salud
La zona turística de Puerto Naos en La Palma sufre, casi dos meses después del cese de la erupción de Cumbre Vieja de peligro por concentración de gases. Este es el núcleo turístico más importante de la Isla Bonita, una fuente crucial de ingresos y, especialmente, de empleo.
Los negocios, empresas, hoteles y demás alojamientos llevan cerrados y sin actividad desde el 19 de septiembre, 143 días sin ingresos y que no tienen visos de recuperar en el corto plazo.
La playa de Puerto Naos es la más grande de la isla de La Palma y es el centro de su principal núcleo turístico y una de las más importantes a nivel económico de La Palma.
El servicio de Seguridad y Emergencias del Cabildo La Palma ha informado que las mediciones de gases siguen en concentraciones nocivas para la salud , y los aparatos siguen dando el pitido de alarma por riesgo químico en el aire de Puerto Naos.
Así estaban los gases esta tarde en Puerto-Naos 😔
Posted by Seguridad y Emergencias. Cabildo La Palma on Sunday, February 6, 2022
Gatos con graves problemas respiratorios y aves muertas son algunas de las muestras de que el aire de Puerto Naos es capaz de matar, a causa de la concentración de dióxido de azufre y monóxido de carbono, entre otros.
Los videos de los servicios de emergencias siguen midiendo, 56 días después del fin de la actividad eruptiva, concentraciones en Puerto Naos y La Bombilla que superan hasta en cuatro veces al día los niveles de CO2 recomendables para la salud. En estos núcleos costeros se han registrado picos de entre 28.000 y 31.000 partículas por metro cúbico , cuando el límite establecido es de 5.000 ppm.
El riesgo se eleva en garajes, sótanos y subterráneos y en todos los espacios bajo rasante y es una situación desesperante que puede cambiar en cuestión de minutos. El origen de estas concentraciones tan elevadas se debe a los tubos lávicos y canales subterráneos que siguen emitiendo gases, con niveles en los que influyen también el estado de la marea, la temperatura del aire, la presión barométrica o la sismicidad en el subsuelo.
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