«El poeta descalzo» siembra con sus versos los espacios públicos de Las Palmas
«Soy consciente de que se me puede acusar de daño público», reconoce
![Una paseante se detiene a leer los poemas en la Avenida Marítima](https://s3.abcstatics.com/media/espana/2016/01/06/poeta-descalzo-2--620x349.jpg)
«Soy el poeta pobre, que anda descalzo . El que no tiene nombre, tan solo harapos». De esta manera se define la persona que está detrás de las llamativas inscripciones de las que muchos se preguntan su origen en Las Palmas de Gran Canaria. La firma de «El poeta descalzo» aparece en varias zonas de la ciudad, especialmente en el muro que bordea la Avenida Marítima, por donde tantos grancanarios pasean y hacen deporte cada día.
El autor de estos versos —o de estas obras efímeras, ya que han sido borradas más de una vez— se dedica a escribir en lugares públicos desde hace cuatro años y mantiene una página de la red social Facebook que ya reúne algo menos de un millar de seguidores. «Lo que busco es expresar mis sentimientos, para que si alguien se siente identificado con mis poemas y versos pueda sentirlo y compartirlo», explica a este periódico.
Asegura que su nombre real es Juan Enmanuel Ibarra Silva, y que es un nicaragüense afincado en la isla que adoptó el seudónimo de «poeta descalzo» por tradición familiar , ya que su bisabuela se lo impuso a su abuelo, que escribía por placer. «Soy caminante en las arenas del tiempo, un soñador con paso lento, que mira al cielo y no ve nubes sino moldes para formar los sueños, un poeta sin zapatos que cree en las estrellas y en los polvillos de hadas», dice de su oficio lírico.
Daño público
«Soy consciente que por este medio se me puede acusar de daño público, pero al mismo tiempo es un riesgo que quiero tomar , ser la voz de la poesía, y que la sensación que produce al leer sea más que inspiradora», afirma, frente a los posibles problemas que pudiese acarrearle esta forma tan peculiar de dar a conocer sus versos.
Desde los 14 años —tiene ahora 24, afirma— se dedica a escribir, también en prosa, como la que vertebra la novela en la que está trabajando estos días y que espera ver publicada alguna vez. Como estímulo, tiene el buen eco que recibe de su actividad literaria: «Desde que empecé a publicar, he recibido elogios de personas de otros países , mensajes felicitándome e incluso de personas que se sentían identificadas con alguno de mis escritos».
Su capacidad para poner en palabras está dada por una inspiración que dice recibir de los hechos «del día a día», tales como vivencias amorosas, historias, amigos. Pero también recibe la influencia de su paisano Rubén Darío , de quien admira su dedicación y su estilo, especialmente «Azul», que es condiderado una de las cumbres del modernismo. «El mayor error es dejar de equivocarse», afirma «El poeta descalzo», desafiante y desde una vocación que no piensa abandonar.