Pablo Iglesias rescata a Rosell para el Congreso
«En el año 2015 los poderes corruptos me tendieron una trampa mafiosa que un juez y un ministro fabricaron. Dimití y les planté cara», afirma la diputada que optará por Canarias
El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha aceptado la excedencia voluntaria en la carrera judicial que había solicitado la magistrada Victoria Rosell para presentarse a las elecciones generales por Podemos, que le ha ofrecido encabezar la candidatura al Congreso por Las Palmas.
La cabeza de lista de Podemos por Las Palmas, candidatura de la que forma parte como independiente, asegura que en 2015 tuvo que dimitir después que «poderes corruptos le tendieran una trampa mafiosa, con un juez y un ministro, al fabricarle una investigación de la Fiscalía, que se archivó en cuanto terminó la campaña electoral, y una querella ante en Tribunal Supremo».
Proceso
En junio de 2018, el Tribunal Superior de Justicia de Canarias acordó no admitir a trámite una querella contra ella presentada por el juez Salvador Alba, que la reemplazó en el juzgado cuando se incorporó como diputada a Podemos, y que la había denunciado por falsedad en documento público, prevaricación y cohecho.
Este juez fue expedientado por el CGPJ en relación a sus denuncias contra Rosell. En 2016, la Comisión Disciplinaria acordó la incoación de un procedimiento contra él por dos faltas graves y una muy grave al entender que habría desarrollado una «investigación indebida» contra la exdiputada.
Por otra parte, la misma Comisión Disciplinaria investigó a Rosell ante la posible comisión de una falta grave por haber colgado en su perfil de Twitter una fotografía de un atestado policial, conducta para la que Fiscalía y el promotor de la acción disciplinaria solicitaban un mes de suspensión. El procedimiento se archivó porque no concurrían los elementos necesarios para considerarlo una falta de las previstas en la Ley del Poder Judicial.
Soria
Rosell siguió por tanto en el juzgado número 8 y a finales del año pasado, su nombre sonó para vocal del Consejo General del Poder Judicial como parte de la lista de Jueces para la Democracia, aunque la negociación se frustró y no llegó a renovarse el órgano de gobierno de los jueces. Ahora, vuelve a la política y de nuevo, con Unidas Podemos.
«En el año 2015 los poderes corruptos me tendieron una trampa mafiosa que un juez y un ministro fabricaron. Dimití y les planté cara. Hoy el juez está pendiente de juicio por cinco delitos y el ministro sigue haciendo sus negocios, pero al menos no en coche oficial».