La nueva fisura al sur, que acabó con el cementerio de Las Manchas, ya no emite lava

Esta nueva colada parte de un centro de emisión que se reactivó al mediodía y pilló por sorpresa a los científicos al mover una lengua de lava que llevaba más de un mes estable y a gran velocidad

Nueva colada registrada ayer en el barrio de Las Manchas UME

Laura Bautista

La nueva fisura que se abrió en la tarde de ayer jueves 25 y llevó la lava al cementerio de Las Manchas ya no emite lava .

Como ha señalado la directora del IGN y portavoz del comité científico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), María José Blanco, ha sido una « reapertura fisural al suroeste que alcanzó la zona de colada 11», y que se abrió con tres puntos de emisión a unos 700-800 metros del cono principal y que actualmente « no tiene actividad visible », y estará sujeta a vigilancia en tierra y por drones.

Como ha insistido, «no se trata de una erupción nueva en curso, es el mismo sistema eruptivo», y en la zona se dio primero un abombamiento y luego se abrió la fisura. Como ha detallado el director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende, esta lava ha llevado a reactivar la colada 10 que ha avanzado sobre el cementerio y sobre el campo de placas solares de Las Manchas , «mientras el resto del material cabalga sobre coladas anteriores».

Esta colada ayer «llevó una carrera avanzando paralela a la 10 y ahora se ha unido a la 11», registrando una velocidad de 600 metros por hora con lava muy caliente, fluida, y posiblemente más profunda.

En este momento hay aportes en las coladas 4, 5 y la 7, que «se mueven entre la montaña de Todoque y La Laguna, y se ha registrado aporte también en la colada 9. Preocupa de esta última que « se desvíe al sur o suroeste , ya que eso ocasionaría problemas a localizaciones y poblaciones no afectadas». En el momento de lectura del informe »está bastante parada», y eso es «beneficioso», ha dicho Morcuende.

En lo relativo a la superficie afectada por la lava, el volcán ya suma 1.092 hectáreas , y esta nueva colada ha devorado las construcciones del cementerio y « bastantes edificaciones unifamiliares» de las urbanizaciones de El Corazoncillo. El delta norte, más reciente y sobre la playa de La Viña tiene alimentación, aunque poca, ha dicho, y se mantiene en las 5,05 hectáreas. El delta más al sur, más antiguo y sobre la playa de Los Guirres, tiene acctualmente 48,03 hectáreas.

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