Pablo Paz - Arando en el Mar
Meliá, hoteleros en Canarias
Tenerife es una apuesta segura para los inversores
Pocos destinos turísticos han sabido adaptarse a los nuevos retos que se plantean en este siglo XXI, donde el gestionar favorable y eficazmente los flujos turísticos se ha convertido en todo un desafío, tanto para las administraciones públicas como para las empresas privadas, que han de rendir cuentas a sus votantes y a sus accionistas respectivamente, como lo ha sabido hacer Canarias. Porque el destino Canarias, que explotó y lideró durante muchos años el turismo del sol y playa, entendió, principalmente los que definen el modelo turístico a seguir, que, para seguir siendo líderes en el sector y sobre todo competitivos, tendrían que cambiar y adaptarse a las nuevas demandas y tendencias de una forma progresiva ; apostando por la calidad más que por la cantidad, para reconvertir un destino maduro en otro mucho más moderno y pionero en la utilización de las nuevas tecnologías como mecanismo para gestionar y controlar la capacidad de carga turística del archipiélago.
Precisamente ha sido la cadena hotelera Meliá, que a través de su director general ejecutivo, Gabriel Escarrer Jaume, ha demandado a los responsables políticos, que son en definitiva quienes definen el marco regulatorio por el que se tienen que regir los empresarios, que este sea, no solo claro y realizable, sino que dado las inversiones millonarias a las que se comprometen y llevan a cabo muchos empresarios, que dicho marco legal dure más de una legislatura; que es la mejor forma de entender que sus inversiones son arropadas por una cierta seguridad jurídica. De hecho, la cadena Meliá Hotels Internacional tiene como objetivo seguir destinando algo más del 4 % de sus ingresos hoteleros a la renovación de sus activos; y lo hace como una apuesta estratégica y de futuro. En España se han volcado principalmente en destinos tan punteros como Mallorca, Torremolinos, Lanzarote y el Sur de Tenerife. Pero de nada o de poco sirven las inversiones destinadas a construir nuevos hoteles o a reformar y mejorar los ya existentes, si dicha inversión no lleva aparejada una reconversión complementaria –con las ayudas fiscales necesarias-, en infraestructuras urbanas, así como en el sector servicios, comercio y restauración.
Precisamente, y como muestra de lo comentado anteriormente, ha sido muy comentado en los medios de comunicación y en las redes sociales la puesta a punto de uno de los hoteles más representativos de la cadena Meliá en Tenerife, como ha sido la reapertura del Hotel Jardines del Teide que, tras una inversión de más de seis millones de euros y tras una reforma integral que ha afectado tanto al cambio de imagen y mobiliario de todas sus habitaciones – unas trescientas-, como a sus instalaciones comunes, mejora de sus más de 12.000 metros cuadrados de jardines donde se pueden contemplar una variedad de plantas autóctonas y exóticas, climatización de sus piscinas y nuevas ofertas de restauración, ha abierto sus puertas con un notable éxito . Al ser Tenerife una apuesta segura y relevante para el turismo europeo, y cada vez más para el turismo ruso y los turistas provenientes de los países nórdicos e incluso de otros destinos del mediterráneo y, teniendo en cuenta que dicho destino no entiende de estacionalidad, la reforma llevada a cabo es una apuesta clara por la calidad y por la estabilidad futura del producto. Para ello, el hotel cuenta con una zona denominada The Level Lounge que con 70 habitaciones crea una zona y un ambiente exclusivos característico de lo más selecto de Meliá. De hecho, este hotel de cuatro estrellas, espera que a corto plazo pueda optar a la quinta estrella ya que méritos tiene de sobra para ello.