La madre de las niñas desaparecidas en Tenerife: «Que nadie se olvide de las caras de mis niñas»
El padre de las menores de Tenerife se despidió y entregó varios de sus bienes antes de desaparecer
Está previsto que se incorpore un barco sónar y un robot submarino a las labores de búsqueda
Halladas dos nuevas botellas de buceo de Gimeno
Ya son 26 los días transcurridos sin Anna y Olivia , las dos niñas de 1 y 6 años desaparecidas desde el pasado día 27 de abril en Tenerife. De la investigación, declarada secreta , trascienden pocos datos nuevos del paradero de las menores que desaparecieron junto a su padre, Tomás Antonio Gimeno.
El último rastro del padre de las niñas se pierde en el mar, pasada la madrugada del día 27 de abril , tras zarpar solo de la Marina de Tenerife en un barco de su propiedad, encontrado vacío y a la deriva horas después.
La madre de las niñas desaparecidas, Beatriz Z., no pierde la esperanza de que regrese con sus hijas e insiste en la importancia de la difusión de imágenes para que sus pequeñas puedan ser reconocidas en cualquier lugar del mundo. «La victoria pertenece a quien persevera más ... vamos a demostrar que el mundo está fuerte y unido», ha dicho en su último mensaje publicado en redes sociales.
«Anna y Olivia las adoro tanto» , ha referido, «y se han convertido en un icono de luchar contra las injusticias». En su petición, ha solicitado la ayuda ciudadana para compartir y difundir fotos y vídeos de sus niñas para que «nadie se olvide de las caras de mis niñas, que llegue a todos los rincones del mundo».
Su confianza: «Entre todos podemos hacer que vuelvan» , ha dicho.
Se incorpora un barco sónar y un robot
Dos nuevos aliados se suman a las tareas de búsqueda: un barco sónar y un robot no tripulado , especializados en el rastreo de fondos marinos a gran profundidad.
Se trata de un buque del Instituto Español de Oceanografía (IEO) equipado con un sonar de barrido lateral de propagación del sonido bajo el agua para obtener imágenes digitales de la superficie del fondo marino, y un robot submarino, el Liropus 2000, capaz de recuperar objetos a 2.000 metros de profundidad.
El buque, denominado 'Ángeles Alvariño' , tiene previsto llegar a finales de semana para sumarse al dispositivo de búsqueda. En estos momentos se encuentra realizando tareas propias del Instituto de de Oceanografía frente a las costas de Lisboa, en Portugal.
Este barco suele utilizarse para realizar cartografía detallada de comunidades de los fondos marinos, localización de tuberías, viaductos o cables, la búsqueda de objetos o yacimientos arqueológicos sumergidos, entre otras tareas.
La directora de la Guardia Civil, María Gámez, ya adelantó el pasado 17 de mayoque se estaba pendiente de autorización para que el Instituto Español de Oceanografía cediese este sonar y un robot submarino, a expensas de la decisión del juzgado de Güímar que instruye la causa, y que ha decretado secreta la investigación.
Un posible plan
Según ha informado a Espejo Público el colaborador Nacho Abad, Tomás Antonio Gimeno entregó los papeles de traspaso de un coche de alta gama que acababa de comprar a su padre, el día de su desaparición.
Además, envío presuntamente un paquete a su novia con varios miles de euros, con la indicación de que no lo abriese antes de media noche.
Del mismo modo, dejó el perro en casa de sus padres y envió, hasta la madrugada de esa noche, varios mensajes en tono de despedida a amigos y conocidos.
Este rastro de mensajes y últimos pasos pueden ayudar a reconstruir los hechos en esa noche del 27 de abril, ya que el tiempo transcurrido entre las 21 horas y la 1.30 de la madrugada en la que las cámaras de seguridad del puerto le registraron zarpando con su barco, son fundamentales.