La madre de las niñas desaparecidas en Tenerife escribe a Tomás: «Me necesitan Tomy, vuelve con ellas»

La madre de las menores, Beatriz Z. ha difundido una carta a través de las redes sociales en las que insiste en que sabe que no les ha hecho daño y le pide al padre que regrese, porque las necesita

Imagen difundida por la madre de las niñas para su difusión Redes Sociales

Laura Bautista

Ya son 24 los días que lleva Beatriz Z. separada de sus hijas, Anna y Olivia , desaparecidas junto a su padre, Tomás Antonio Gimeno desde el pasado 27 de abril. Ha tratado de comunicarse con él a través de las redes sociales, único medio que, dice, tener para hablar.

En la carta, Beatriz insiste en que sabe que no sería capaz de hacer daño a las pequeñas, que las niñas la necesitan y que aunque «l o nuestro no funcionó por diversas razones, eso no significa que nos tengamos que hacer tanto daño , sé que deseas lo mejor para ellas«.

En este mensaje, le pide que «piense con el corazón y no con la mente», porque «sé que tenemos un gran amor en común: nuestras hijas, a las que quieres más que a ti mismo «.

Insiste Beatriz en que «sé que jamás les harías daño , he defendido eso, siempre y nunca lo he puesto en duda «.

Olivia y Anna son «lo más bonito que nos ha pasado y siempre estaremos unidos por ellas» y las niñas « nos quieren y necesitan Tomy , a los dos«.

«Sé que las adoras, que quieres darles lo mejor»

La madre de las niñas asegura que «no se trata de nosotros Tomy, se trata de ellas» y aunque «sé que lucharás por darles la mejor vida al igual que yo, no les arrebates ese derecho que tienen de disfrutar del amor de una madre «.

Además, la segura que « nadie ocupará tu lugar de padre , nadie podrá ocupar mi lugar de madre. Fue una creación de ambos. Ni yo tengo derecho a quitarte el enorme placer de tenerlas a tu lado, ni tu quitarme ese derecho y deber que tengo como madre con ellas«.

«Esto va más allá de lo que haya pasado entre tú y yo»

Una petición sincera y reiterada, «me necesitan Tomy, vuelve, vuelve con ellas». Le pide además que no mire al mundo adulto, sino a ellas, desde su mundo de niñas pequeñas y frágiles, confundidas y tristes porque «queríamos darles la mejor vida, la que las haga más felices, con ambos cerca de ellas siempre«.

«No pienses en mí... ni en ti... solo en ellas», ha dicho, «no alargues la tortura, todos estamos sufriendo . Sé que no quieres«.

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