La madre de las niñas desaparecidas pide que la muerte de sus «dos angelitos» no haya sido en vano
En una carta difundida por el entorno de la madre de las pequeñas Anna y Olivia, Beatriz confiesa su dolor y muestra su agradecimiento
«Voy a luchar contra estas injusticias y por el bienestar de los niños, por ellas y por todos», ha dicho
La madre de las niñas desaparecidas en Tenerife, Beatriz Z. ha querido mostrar su agradecimiento por todo el apoyo recibido en estas semanas y ha anunciado que « este no es el final » porque quiere «luchar y concienciar a la sociedad, luchar contra esta injusticia» para que la muerte de sus hijas, Anna y Olivia, « no hayan sido en vano ».
« Gracias de corazón por estar cerca , por sus mensajes de apoyo, por su amor», ha dicho.
En una carta de agradecimiento, Beatriz se ha acordado de todos los que han estado « en corazones y rezos con ellas y conmigo » acompañando todos los días desde que desaparecieron «ofreciendo todo el amor para que tuviera un final feliz, desgraciadamente no fue así».
Define lo ocurrido como « el acto más monstruoso que una persona puede cometer: matar a sus propios e inocentes hijos ».
Por ello pide que la muerte de sus «princesas» Anna y Olivia « no hayan sido en vano » y que a pesar del dolor, la desesperanza y el odio sirvan para «todo lo contrario, que trascienda el amor en forma de protección, educación y respeto».
Gracias a ellas, muchos padres «miran ahora a sus hijos de otra manera y valoran mucho más el amor y cada momento diario».
Lo que yo daría por peinarles el pelo, ese simple acto es lo más desearía
Gracias a ellas, ha dicho, se conoce la violencia vicaria y espera y confía en que sirva para « endurecer las leyes para la protección de los niños » porque «son el futuro y deben crecer en un ambiente de respeto, paz, amor y tranquilidad».
Dos angelitos
La madre de las niñas quiere que el trágico desenlace para Anna y Olivia «dos angelitos» sean para el mundo « una gran lección », por lo que asegura va a «luchar en contra de estas injusticias y el bienestar de los niños, para ellos y por todos los niños».
Me duele en el alma no haber podido salvarles la vida
Beatriz lamenta no haber muerto junto a sus hijas, no haber podido salvarlas y asegura que la intención de Tomás era que « sufriera buscándolas sin descanso de por vida » pero «la justicia salió a la luz».
El mayor asesino de la historia
La madre de Anna y Olivia, en su dolor, agradece haber podido encontrarlas porque el objetivo de Tomás era torturarla con la incertidumbre «y no quedar como el mayor asesino de la historia».
Esto ha sido «desgarrador», segura, pero « encontrar a Olivia ha sido un milagro ». Con la noticia, se le vino «el mundo encima» pero ahora al menos «puedo llorar su pérdida y sentirlas conmigo a cada momento».
Desea que la muerte de sus niñas «sirva para una mayor conciencia sobre el amor que entregamos a nuestros hijos, en valorarlo porque nos necesitan y nos adoran». Ahora, Anna y Olivia son «dos angelitos» y aunque « han muerto en cuerpo, su alma está con nosotros para siempre ».
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