La llegada de la bombona de gas a Canarias en 1953, cinco años antes que en la Península

Repsol tiene en la Península ocho plantas de envasado de gas con el 70% de cuota de mercado nacional y, en Canarias, Disa, que tiene el 5% del mercado español, mantiene abiertas siete

Depósito de bombonas de gas ABC

José L. Jiménez

La entrega de bombonas de gas a domiclio y recogida en estaciones de servicio de asocia a desarrollo de las islas Canarias. Pero, al igual que las cabinas de teléfono dejan de ser rentables. Las empresas del sector buscan fórmulas para que haya cierta rentabilidad.

La venta bombonas de gas en las islas obliga a las empresas a mantener unas estructuras de servicio público muy complejas . Y sin ayudas públicas o costes de compensación como sí ocurre con otras energéticas.

Mientras una operadora del sector como Repsol tiene en la Península ocho plantas de envasado de gas con el 70% de cuota de mercado nacional, en Canarias, Disa , que tiene el 5% del mercado español, mantiene abiertas siete. Incluida la planta de El Hierro.

El butano en bombona comenzaría a llegar en 1953 , es decir, cinco años antes que en la Península. Hasta entonces, los canarios cocinaban y calentaban el agua con leña, carbón y petróleo. El gas comenzó a ser el motor energético de los hogares de las islas con la popularización del turismo y el inicio de obras de carreteras que facilitaba la distribución.

Siete años después, en 1960 el consumo doméstico de GLP era de 11.000 toneladas métricas y en 1970 ya era de 44.000 toneladas métricos. Eran años en los que la sociedad anónima Camping Gas Española mandaba en el sistema con su planta de llenado de bombonas de Tenerife aunque hay cierta presencia de BP Española de Petróleos o Comercial Hermanos Artiles, que se dedicaban al mundo delos lubricantes o gases al por mayor.

Las cocinas de gas se harían muy populares hasta que llegó en los Noventa la vitrocerámica en los hogares. Menos problemas de limpieza de las cocinas. Y comenzó el declive .

La relación de los canarios con el gas es antigua . Tenerife Gas and Coke Company estuvo operando entre 1888 y 1898 para entrar en el negocio del alumbrado público con gas aunque la irrupción de la electricidad acabó con el proyecto.

Sobre 1906, también en Tenerife, Gaswork Santa Cruz de Tenerife, Aktiengesellschaft puso en marcha una infraestructura para calles, casas, cocinas y empresas. Desde 1907 a 1920 extendió 32 kilómetros de tubería enterrada y dio servicio a 1.327 cocinas , 270 hornos, 946 hornillos, 68 baños, varios calefactores y 6 motores de gas. Unelco, hoy Endesa, rescató la fábrica que dejó de operar en este sector estratégico en 1938, es decir, en plena Guerra Civil.

Actualmente, las empresas del sector intentan seducir a las familias para que se pasen al butano en las islas. Pero en Canarias la gente tiene miedo al gas. O quizás sea un miedo inducido de forma colectiva. La rentabililidad del gas en bombonas para las empresas es muy bajo y el mercado es muy estricto en cuanto a medidas de control y el alto número de vitrocerámicas y calentadores de agua eléctricos.

La bombonas de gas mantiene un precio reducido. Hay envases que se pueden lograr por nueve euros . En Rumanía, con salarios medios de 400 euros al mes y necesidades de calefacción muchos más altas que en Canarias, el precio es de 13 euros. En Alemania, 34 euros. Francia, sobre los 25 euros.

Recientemente, un directivo de Disa, Miguel Benarroch , en un foro emprasarial organizado por Deloitte y Asociación para el Progreso de la Dirección ( APD Canarias ), apuntaba las islas son ocho pequeños sistemas energéticos . A las empresas del sector, el sistema politico 'multisiglas' impdería que los inversores puedan tener una meta definida en los horizontes a largo plazo en los que se mueve el mercado.

Disa , de la que dependen 3.000 familias ha lanzado operaciones de seducción para que el mercado doméstico no abandone a la bombona de gas. La empresa ha acelerado los calendarios y, ya en 2017, es la primera empresa privada canaria en generación de energía renovable .

En los hogares, la petrolera que preside Demetro Carceller no ha olvidado la bombona gas. Ha lanzado productos de bajo peso, 5 kilogramos, con 540 puntos de ventas, para animar las ventas. Actualmente, habría un parque de 530.000 unidades de ese formato, que no tiene nada que ver con la de color gris que forma parte del paisaje energético de la región.

Benarroch recuerda que el sistema logístico de entrega y comercialización de derivados del petróleo en Canarias es muy complejo porque "cada una tiene un sistema energético independiente" que forman " ocho micropaíses " si se inculuye La Graciosa. La empresa tiene una planta de envasado en casa isla. "En las islas se hace todo a pequeña escala", apunta.

Hace unas semanas, la Audiencia Nacional ha condenado al Gobierno a pagar a Disa Gas 9,3 millones de euros tras la reclamación de la compañía canaria por daños y perjuicios sufridos por la aplicación de la fórmula de cálculo para los precios máximos de la bombona de Gas Licuado del Petróleo, aprobada por una orden de Industria de 2009.

El Alto Tribunal entiende que esa fórmula ocasionaba "pérdidas" a las empresas operadoras del sector al producir "un desfase entre los costes incurridos e ingresos procedentes de la venta del producto al consumidor". Para este órgano judicial, además, no se garantizaba la recuperación de las pérdidas.

La Audiencia Nacional coincide con esta determinación del Supremo, ya que entiende que aunque el gas para el consumo doméstico es un sector regulado, el Estado debe tratar de alentar la iniciativa empresarial . Por ello, considera este principio "contradictorio" con la exigencia de que el suministro se haga a un precio que no cubre los costes a lo largo de períodos prolongados.

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