Pablo Paz - Arando en el mar
Las Islas están de moda
Canarias siempre se lleva algún premio por sus playas, sus alojamientos, sus paraísos naturales y su inigualable belleza
De cara al turista, cuando sueña con un viaje inolvidable, de esos que permanecerán en el recuerdo para siempre -sobre todo para revivirlo una y otra vez-, casi siempre se piensa en una isla; por supuesto no en una isla cualquiera; más bien en una isla que tenga los ingredientes necesarios para calificarla como paraíso: sol, mucho sol, playas infinitas, palmeras -preferiblemente con cocos-, mar de un color aguamarina tornasolado y transparente, puestas de sol inolvidables – los amaneceres dan igual -, paz, silencio -en todo caso algo de trino de pájaros-, una buena estancia –limpieza, comodidad y cortesía-; y, cómo no, una buena comida.
Esto es lo soñado; lo práctico, por supuesto, también interesa: la relación calidad-precio; la lejanía; la seguridad no sólo física – que es por ahora el primer motivo para elegir un destino-, sino también política, sanitaria y social; la cultura, el idioma, la gastronomía, el ocio, los transportes, el paisaje, los monumentos; si es un lugar adecuado para viajar con la familia -sobre todo pensando en los niños-; y los lugareños que, en definitiva, son las personas que te han de cobijar. Todo ello influye, y todo ello conforma la “información” que el viajero deposita en su cerebro una vez consultado a los amigos pero sobre todo a la internet, y que le va a servir para inclinarse por un lugar o por otro de similares características.
Hoy en día mucha de esa información que, además, se suele plasmar libremente en las redes sociales, la utilizan los grandes turoperadores y las agencias de viajes para filtrar las diferentes oleadas de turistas que fluyen continuamente a lo largo de todo el año para “condicionarlas” de alguna manera hacia un destino concreto. Para ello, y basándose precisamente en las apreciaciones y comentarios de los turistas, hacen sus propias listas y otorgan sus premios anuales donde se destaca cual es la mejor isla, el mejor hotel para descansar, el mejor restaurante o la mejor ciudad para visitar.
Y, entre esos lugares privilegiados o tan de moda, cada año aparece Canarias. Y, más concretamente, sus islas; que siempre se llevan algún premio destacado en función de si se valoran sus playas, sus alojamientos, sus paraísos naturales y su inigualable belleza, su gastronomía o su ocio. De hecho, Tenerife, destaca por sus intereses turísticos como el Parque Nacional del Teide, el Barranco de Masca, sus pueblos pintorescos como puede ser el de Garachico o las montañas de Anaga, entre otros; o Gran Canaria, donde sobresale por las dunas de la Playa de Maspalomas, la Cueva Pintada de Gáldar o el mirador del Pico de las Nieves.
También es importante el hecho de que Canarias se haya convertido, por azar de los acontecimientos políticos que se desarrollan en una buena parte del norte de África, en un refugio turístico que nos ha venido bien a nosotros, pero también a ciertos turoperadores, que han visto en el cambio del flujo de viajeros un motivo excelente para salvar sus propias cuentas de resultados.