Antonio Salazar - Impertinencias liberales
Insaciables
Señores que no viajan, pero pagan impuestos, abonan nuestro billete
Una de las evidencias que encontramos en la política de hoy en día es que una idea, por más que no sea buena, puede mantenerse en el tiempo indefinidamente. Ni que decir tiene aquellas que, naciendo temporales, devienen definitivas porque una vez se consolida como derecho no hay forma de revertirla , antes al contrario, se convierte en una reclamación que irá en aumento. Cuestionar esos presuntos derechos es reputado como un delito de lesa patria lo que sirve para que irresponsables ungidos a altos cargos se comporten como hooligans .
Es lo que ocurre con las bonificaciones que recibimos los canarios por desplazarnos, bien entre islas, bien con la península. Un privilegio universal que no distingue entre una necesidad laboral, sanitaria o un capricho vacacional que se ha ido progresivamente aumentando y que el gobierno, en su infinita sabiduría, ha conseguido colocar como un aspecto irreversible —el descuento del 50%— en el nuevo Régimen Económico y Fiscal.
En este juego redistributivo, lo progresista fetén es que señores que no viajan pero pagan impuestos abonen hasta la mitad de nuestro billete por más que nosotros pudiéramos afrontar su pago. Pago que sería más sencillo y barato si los políticos sacaran sus sucias manos de esos negocios privados y dejaran funcionar a los operadores en régimen de competencia, con lo que nos beneficiaríamos de sus más elementales consecuencias: mejora de los servicios y abaratamiento de los precios.
Como tal cosa es un imposible en el país que hemos ido construyendo, lo que nos encontramos son competiciones idiotas por ver quién es el que más lejos llega, tomando cierta delantera el presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo . Una vez se anunció que los descuentos a los residentes en las islas de El Hierro y en la suya (en sentido literal, claro) llegarían hasta el 75% del precio del billete, tiempo le ha faltado para pedir que deben elevarse las bonificaciones hasta el 100%. ¡Maravilloso! Imitar las correrías del Sr. Curbelo en Madrid convertido en un derecho inalienable.
Pero alguien, alguna vez, debería estudiar las razones por las que los residentes en determinadas islas no pueden permitirse una mejora de las condiciones económicas, aquellas que les darían la posibilidad de salir cuando les placiese sin tener que recibir una subvención a cambio. La respuesta es que estos salvadores de la patria son mucho más parte del problema que de la solución y que si de verdad les hubiese importado en algo sus cotos electorales, el desarrollo de esas islas habría sido posible. Pero, entonces, ¿cómo retener el poder durante tanto tiempo?