Iban a operarle en Canarias de orejas de soplillo y lo hacen de fimosis
Investigan si fue un error en la cadena de custodia de datos del paciente, un menor que sería víctima de la lucha sin cuartel contra las listas de espera en el sector público que hay en las islas
Las autoridades de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias recopilan desde hace pocas fechas datos por el caso de un niño que, en lugar de ser operado de «orejas de soplillo» como estaba previsto, acabó este mes de marzo siendo intervenido de fimosis. Se indaga este caso de presunta negligencia médica en un menor de corta edad.
Pudo ser consecuencia, según ha podido saber ABC, de la industria de horas de extraordinarias que ha surgido en las islas como respuesta al « populismo sanitario », que pide mayor peso del sector público frente a operadores privados. Para hacer esta información no se ha contactado con las autoridades canarias al existir protocolos de protección de datos que no dan respuestas concretas.
La otoplastia, el procedimiento quirúrgico para la corrección de las orejas, conlleva, según expertos consultados, cerca de dos horas. Cuando los padres fueron a comprobar que todo había salido bien, le dijeron que la operación de fimosis que habían practicado había sido un éxito y le ayudaría a hacer sus necesidades urinarias sin dolor además de reducirse riesgos de balanitis .
Los padres, contrariados, pidieron más datos. Y, efectivamente, comprobaron que el pequeño carecía de bendas en las orejas y tenía el pene operado. Los padres querían que el pequeño se operase para evitar burlas duras y frecuentes durante la infancia. Los niños suelen ser muy crueles en las escuelas y puede afectar al renndimiento. Los padres no esperaban la crueldad de una presunta confusión documental producto de una guerra estadística fomentada por sindicatos y grupos de presión por la calidad sanitaria .
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