Desde olores estomacales a vómitos
Entre los tipos de Escherichia coli que producen gastroenteritis, «el más destacado por su patogenicidad es el denominado E. colienterohemorrágico, que produce un cuadro que va, desde dolores estomacales, hasta vómitos y diarrea , en muchas ocasiones sanguinolenta. Generalmente no hay fiebre o esta es baja y, la mayoría de los pacientes, se recupera en una semana», expone el doctor Marimón.
El especialista aclara que algunas infecciones son suaves mientras que otras pueden ser muy graves. De hecho, «este tipo de E. coli fue el causante del brote en Alemania y otros países europeos en el año 2011 », apunta.
Pero existen otros tipos de Escherichia coli que también producen enfermedad gastrointestinal, como el E. colienteroinvasivo, el E. colienterotoxigénico y el E. colienteropatógeno que, en general, causan diarrea más o menos grave en función del tipo de E. coli, manifiesta.
El doctor Marimón explica que, en los peores casos de la infección por E. colienterohemorrágico , se puede producir el síndrome hemolítico urémico, que se caracteriza por anemia hemolítica (disminución de los glóbulos rojos), trombopenia (disminución del número de plaquetas) e insuficiencia renal aguda que, con frecuencia, requiere hemodiálisis.
«La mayoría de las personas se recupera en unas semanas pero, en ocasiones, el daño es permanente. A veces se produce, además, afectación del hígado, del páncreas e incluso del sistema nervioso central , lo que puede llegar a causar la muerte de la persona infectada», indica.
El facultativo afirma también que las alteraciones en la coagulación, como la púrpura trombóticatrombocitopénica , son otra manifestación grave que se produce casi exclusivamente en adultos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que hasta un 10% de los pacientes con infección por E. colienterohemorrágico pueden desarrollar el síndrome hemolítico urémico , con una tasa de letalidad de entre el 3% y el 5%. «Globalmente, el síndrome hemolítico urémico es la causa más común de la falla de riñones entre los niños de corta edad», subraya este organismo.
El doctor Marimón expone que los tipos de E. coli que causan diarrea se transmiten fundamentalmente por vía oral , al ingerir agua o alimentos contaminados. «También se pueden transmitir a través del contacto directo con personas o animales infectados, pero esta es una vía mucho menos frecuente», asegura.
Según indican los especialistas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés), la bacteria puede mezclarse accidentalmente con la carne picada antes de que sea empaquetada y también puede propagarse en la carne que no ha sido suficientemente cocinada, aunque su aspecto y su olor sean normales.
«La bacteria también puede vivir en las ubres de las vacas y puede llegar a la leche que no está pasteurizada. Las hortalizas y las frutas que han sido regados o lavados con agua sucia pueden ser, asimismo, portadores », sostienen.
Además, la bacteria Escherichia coli puede propagarse «a través de las personas que no se lavan las manos después de ir al baño y de los niños que usan pañales, cuando los adultos que los cambian no se lavan bien», aclaran.
La Organización Mundial de la Salud expresa que, para prevenir la infección, hay que aplicar medidas de control en todas las etapas de la cadena alimentaria , desde la producción agropecuaria en la granja hasta la elaboración, fabricación y preparación de los alimentos en las cocinas de establecimientos comerciales y hogares.
En este sentido, el doctor Marimón indica una serie de medidas para tratar de evitar el contagio, como lavarse muy bien las manos antes de cocinar y siempre que se haya estado en contacto con animales.
Cocinar bien los alimentos de origen animal y evitar tomar leche o derivados que no hayan sido pasteurizados son otras de sus recomendaciones. Asimismo, Marimón aconseja lavar bien los alimentos, ya que las bacterias pueden contaminar los abonos animales empleados en agricultura y sobrevivir en la superficie de las verduras.
Respecto al tratamiento de la enfermedad, el facultativo señala que la intoxicación por E. colienterohemorrágico no debe tratarse con antibióticos, pues estos medicamentos pueden aumentar el riesgo de síndrome hemolítico urémico.
«El uso de antidiarreicos, que disminuyen la motilidad intestinal, tampoco está indiciado por el mismo motivo», aclara. Así, el tratamiento de estos pacientes se basa en medidas de soporte vital no específicas, sobre todo hidratación, destaca.