Marichal advierte Además de negar que el Gobierno canario tramite este proyecto, que promueve Carlos Rial, en representación de Dismare Inmobiliario, con intereses en Sonneland, y que rechazan unas 3.600 personas en Change.org, Marichal ha manifestado este lunes en un comunicado que «no se puede permitir que se construya, modifique o amplíe el muelle del Faro de Maspalomas, dado que es un Bien de Interés Cultural y supone un hito en la historia de Canarias y del municipio» de San Bartolomé de Tirajana.
El candidato de CC estima que la ampliación de este dique tendrá impacto medioambiental, al ubicarse en el extremo oeste de la Zona Especial de Conservación «Sebadales de Playa del Inglés» donde existen hábitats naturales y especies de interés comunitario, como son bancos de arena, la tortuga boba (Caretta caretta) y el delfín mular (Tursiops truncatus).
Además, el nacionalista ha recordado que el Plan Insular de Ordenación de Gran Canaria establece la realización de infraestructuras portuarias en la costa del municipio, concretamente en la playa de Meloneras, pero en ningún caso en la zona del Faro de Maspalomas.
El Cabildo de Gran Canaria ha expresado este lunes su rotunda oposición a que se amplíe en 212 metros el espigón del Faro de Maspalomas para que albergue un muelle deportivo, una propuesta que no prevé su Plan de Ordenación, que generaría un gran impacto y contra la que presentará alegaciones
La corporación ha querido dejar constancia en un comunicado de su rechazo a esta iniciativa «ante la alarma social» que ha suscitado. En opinión de la institución insular, este proyecto «no responde a las necesidades del entorno, aparte de suponer un fuerte impacto medioambiental y paisajístico».
El candidato socialista al Cabildo de Gran Canaria, Luis Ibarra, dijo este lunes en Twitter que «la instalación de un embarcadero deportivo en el Faro de Maspalomas no aporta valor alguno, no obedece al interés general, perjudica al medio ambiente en la Playa de Maspalomas». El Cabildo de Gran Canaria (Nueva Canarias) ha alertado de la «alarma social» del proyecto.