Beatriz Morales - Islas al Gusto
Disfracémonos de tolerancia
Los canarios salen a bailar, a reírse y a disfrutar
El carnaval va llegando a su fin y, paradójicamente, a su comienzo. Según la isla y dependiendo del municipio, las festividades empiezan o, poco a poco, el último disfraz va cogiendo la primera posición en el armario. Sin embargo, este año la música no solo está en unas notas musicales en las que sumergirnos a partir de un ritmo corporal, ni tampoco en unas galas donde convertirnos en simples espectadores. No. Este año la sinfonía carnavalesca es la acompañante principal de la palabra tolerancia, que es el disfraz más hermoso encima y alrededor del escenario .
Sin importar las diferencias y respetando la diversidad, los canarios salen a bailar, a reírse y a disfrutar de los espectáculos que alegran las calles de las islas. Aquellos que, viniendo de fuera incluso, aman la dicha de la compañía y las sonrisas sinceras también se suman a nuestras fiestas envolviendo al ambiente de júbilo y alejando la negatividad de la disconformidad porque el carnaval es una festividad que debe ser eterna en cuanto a su defensa de valores, su ánimo y alivio ante las penurias inevitables de la vida y su lucha constante por ver al hombre y a la mujer como personas que, independientemente de sus luchas personales o ideologías distintas, se disfrazan de buenos deseos y una tolerancia necesaria en los tiempos que corren.