Daniel Abreu, Premio Nacional de Danza, triunfa en Canarias

Sus creaciones no tienen un hilo narrativo, crea desde la imagen

Nadia Jiménez Castro

Daniel Abreu sabe ser espectador y conspirador, actor y encubridor; siempre cómplice de lo que hace. Parte y aparte. Y todo, sin abandonar la energía coral del grupo. Incluso en los momentos en que se ausenta del escenario. Jamás está ausente.

Cuando la danza se hace presente y lo hace con tal fuerza…Se convierte en un ‘acto de fe’, tal y como diría el propio Daniel Abreu. Sus piezas están en permanente evolución. Tiene la osadía de un Israel Galván y la frescura de un Abreu. Una vez lo has visto bailar, repites.

Poco importa si fue en Sevilla hace quince días o en Lanzarote el fin de semana. Si fue su 'Silencio' o su 'Animal' lo que hizo mella en un instante preciso. Repetirás, irremediablemente. Ambas piezas se han convertido ya en imprescindibles de la escena contemporánea más actual, como ya sucediera con 'Perro'.

Daniel Abreu rebosa en escena aquello que predica. Libertad y energía. Sus creaciones no tienen un hilo narrativo, crea desde la imagen. La marca personal en sus piezas es un trabajo muy orgánico. Casi de supervivencia, literal y abstracta.

Se entretiene en el gesto, se entrega. No cuenta historias, deja que sea el espectador quien las trace. El gesto se convierte así en ese único hilo conductor y el movimiento como su lenguaje más básico…La estructura coreográfica coral es casi escultórica en su puesta en escena.

No hay gratuidad en el desnudo, rehuye la trampa de la moda ‘demodé’ del cuerpo por el cuerpo, sin venir a cuento…Hay riesgo y también ironía. Esa que subyace sólo cuando tienes algo verdadero que decir. cuando es el talento el que se despoja de todo.

Dácil González, Alvaro Frutos, Álvaro Esteban, Anuska Alonso y el propio Daniel Abreu (director y coreógrafo), son compañeros de viaje. Han paseado 'Animal' con éxito de crítica y público por medio mundo, llegando hasta Brasil o Corea del Sur.

'Animal' se desarrolla inmersa en un universo muy gestual, muy al 'modo Abreu', de fuerza y de contrastes. De lucha, de impulsos y de riesgo escénico. Se trata de un trabajo coreográfico de atmósfera onírica en medio de elementos orgánicos (estratos volcánicos en el suelo y raíces secas que penden en el aire)

Presenta a cinco intérpretes que hablan de la necesidad y el deseo, en una superposición de figuras y planos a modo de narración escénica. Un verdadero discurrir de cuadros como respuestas físicas emocionales e instintivas ante situaciones límites.

'Animal' es un verdadero trabajo de suelo co-producido por el Mercat de Les Flors y el Auditorio de Tenerife, con el apoyo del proyecto europeo Modul Dance, al que se suman la colaboración del Plezna Izba de Maribor (Eslovenia) y el Station Zuid de Tilburg (Holanda).

Estos días aún puede verse en los Teatros del Canal del Festival Madrid en Danza.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación