TESTIMONIOS DEL CORONAVIRUS

«Cuando me toca volar es una tremenda alegría»

Carlos Córdoba, piloto de Binter Canarias, asegura haber vivido una situación «muy diferente» con el Estado de Alarma, pero «orgulloso» de poder ayudar a los canarios con su trabajo

Carlos Córdoba pilotando un avión de Binter Canarias con el Teide al fondo Cedida

Javier Alonso Gutiérrez

Aunque el coronavirus ha afectado, prácticamente, a todos los sectores de la sociedad, uno de los más afectados ha sido el turístico con todas sus empresas dependientes, desde el sector hotelero hasta las compañías aéreas. No obstante, la insularidad propia de Canarias hace que el trabajo de estas últimas sea fundamental y necesario para la conectividad del archipiélago y todos sus ciudadanos.

Carlos Córdoba -de 53 años- lleva desde que empezó el Estado de Alarma «preocupado y asustado» por la magnitud que ha ido alcanzando la pandemia, pero «con mucha esperanza» de poder salir , lo antes posible, de esta situación que ha llevado a su trabajo a algo parecido a «una película futurista» en la que, cuando llegaba al aeropuerto se encuentra «una terminal vacía, sin ruidos en la pista y con todos los aviones cerrados».

Desde su aerolínea, han reforzado todos los protocolos de seguridad, desde la designación de asientos para respetar la distancia social hasta el reparto de toallitas de gel hidroalcohólico, añadiendo el sistema de evacuación de humo con el que el avión asegura que en dos minutos todo el aire esté renovado , algo que para Córdoba es «muy tranquilizador».

Del mismo modo, durante el vuelo todo es «muy raro» también. «Ni se oye a nadie por frecuencia ni sube nadie de handling (servicio de asistencia en tierra) a bordo», nos comenta el piloto, que cuando abre las puertas y da la orden de desembarcar nota a los pasajeros «extrañados, mirando para todos lados» antes de darle las gracias al pasar por la cabina. En este sentido, se siente muy agradecido con los pasajeros por la «comprensión de las circunstancias» en una situación que, para él, ha sido «ambigua».

«Por un lado, está lo diferente que es todo ahora», empezaba explicando el comandante, «pero es un orgullo poder aportar mi granito de arena» para ayudar a aquellos que necesitan moverse de isla. «Cuando te toca volar es una tremenda alegría», concluyó.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación