La calima complica los incendios y obligó a cerrar el espacio aéreo en Canarias
La Consejería de Educación suspende hoy las clases en todos los centros escolares
Los fuertes vientos, las altas temperaturas y la falta de visibilidad a causa de la calima complicaron ayer la lucha contra los incendios en Canarias y el tráfico aéreo en las islas, que quedó suspendido durante varias horas en todo el archipiélago y afectó a 360 vuelos. Sin embargo, a primeras horas de la noche, el aeropuerto de Gran Canaria empezó a retomar su actividad.
El fuerte viento, de hasta 163 kilómetros en las cumbres de Tenerife, según los datos de la Aemet, y la densa calima que afecta a toda Canarias impidieron actuar a los medios aéreos en los diferentes focos activos en varias islas.
El incendio forestal que se inició en la Degollada de Tasarte, en el municipio grancanario de La Aldea de San Nicolás, mantuvo confinados desde la noche del sábado en una playa a unos 200 vecinos del barrio de Tasarte, que fueron evacuados después de que el foco avanzara en dirección a la reserva natural de Inaugua. Pero el de Tasarte no fue el único incendio forestal que preocupaba ayer a las autoridades canarias. En Tenerife un millar de personas también tuvieron que ser desalojas por el fuego registrado en zonas urbanas en distintos puntos de Los Realejos, Puerto de la Cruz, San Juan de la Rambla, La Orotava y Santa Úrsula, lo que obligó a cortar la autopista TF-5.
Las condiciones climatológicas en el archipiélago obligaron ayer a suspender o restringir de nuevo la actividad en buena parte de las infraestructuras aeroportuarias, como ya pasó el sábado. A última hora y tras la reunión mantenida por todos los miembros del Ejecutivo, el Gobierno canario descartó activar el Nivel 2 por los incendios de Gran Canaria y Tenerife, pero ordenó suspender las clases.
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