Brócoli para alimentar a cabras y otros efectos de la sequía
Cuatro meses llevan sin ver una gota en la cuenca del Barberà, en Tarragona. Calculan que las...
Cuatro meses llevan sin ver una gota en la cuenca del Barberà, en Tarragona. Calculan que las pérdidas en las cosechas de cereal serán entre el 90 y el 100%. No hay agua para regar porque el pantano que les abastece ya no da ni para el consumo humano. Hasta 15 camiones al día rellenan el depósito municipal. En Espluga de Francolí hay restricciones de 10 de la noche a 7 de la mañana. En Lebrija, Sevilla, los brócolis de la finca de Jesús Romero irán destinados a alimentar al ganado de un vecino. La falta de agua los ha dejado pequeños y retorcidos y no los quieren en el mercado. Las 900 ovejas y cabras de Manuel, en Catral, Alicante, ya no salen a pastar porque no encuentran nada. Tiene que comprar más pienso y forraje y traer agua en cubas, le cuesta el doble mantenerlas. Son distintos ejemplos de lo que miles de agricultores y ganaderos están padeciendo por efecto de la sequía.