El Parlamento balear insta a las instituciones a garantizar «un turismo cívico»

Los visitantes extranjeros han padecido este verano, por su parte, diversos episodios de turismofobia en Mallorca y en Ibiza

Un coche con pegatinas en contra del turismo en Palma de Mallorca
Josep María Aguiló

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La Comisión de Turismo del Parlamento balear celebrada este jueves ha aprobado una proposición no de ley, presentada por Proposta per les Illes (PI), en la que la Cámara regional insta «al Govern, al Gobierno del Estado, a los consejos insulares y a los ayuntamientos a aprovechar o crear un espacio de encuentro y puesta en común para garantizar un turismo cívico que respete las normas de convivencia». La citada proposición alude de forma implícita a la compleja situación que cada verano se vive en zonas turísticas como Magaluf, ubicada en el municipio mallorquín de Calviá, o en la Playa de Palma. En estos últimos años los residentes de ambos espacios vienen denunciando la creciente degradación que perciben a nivel de seguridad, ruidos o limpieza.

La propuesta de PI aprobada esta mañana ha contado con el apoyo del PSOE, MÉS —por Mallorca y por Menorca— y Podemos, que son las tres formaciones que en esta legislatura apoyan de forma directa o indirecta al Ejecutivo que preside la socialista Francina Armengol. La diputada del Grupo Mixto Montserrat Seijas también ha votado a favor, mientras que el PP se ha abstenido. En la citada propuesta también se insta a estudiar cambios normativos que permitan « asegurar que la respuesta sancionadora y de orden público sea inmediata y contundente para suspender las situaciones incívicas enseguida que se detecten».

Cabe recordar que el pasado mes de julio, el vicepresidente del Gobierno regional y consejero de Turismo, el econacionalista de MÉS Biel Barceló, había expresado ya su preocupación por el denominado «turismo de borrachera» . Barceló abogó por intentar ponerle fin. «No queremos este tipo de turismo», dijo. En ese sentido, el consejero anunció que se modificaría la Ley de Turismo para limitar el consumo de alcohol en hoteles que ofertan el «todo incluido». Esta iniciativa se podría aplicar ya el próximo verano.

Fue también en julio cuando el alcalde de Palma, el econacionalista de MÉS Antoni Noguera, recibió duras críticas por parte de la oposición municipal, en concreto del PP y de Ciudadanos, después de haber calificado como «basura» a una parte de los turistas alemanes que vienen a pasar sus vacaciones a la Playa de Palma. Noguera se pronunció de ese modo cuando se le pidió su opinión acerca del violento enfrentamiento entre turistas germanos que tuvo lugar el pasado 3 de julio en dicha zona turística.

« La basura que están enviando no es agradable . Es una pequeña parte del turismo, pero pedimos a los países emisores un poco de corresponsabilidad», señaló Noguera. Asimismo, indicó que esa «minoría» estaría provocando que entre los residentes de la Playa de Palma «se creen estereotipos y una germanofobia preocupante» . El alcalde lamentó, en cualquier caso, que la mala imagen que ofrecen unos pocos visitantes se extrapole al resto del turismo alemán, «que viene aquí a pasar unas vacaciones normales».

En paralelo a las citadas apelaciones en favor de un turismo cívico y contra el turismo de borrachera, los visitantes extranjeros han padecido este verano, por su parte, diversos episodios de turismofobia. Cabe recordar que el pasado 22 de julio, diversos activistas del movimiento independentista radical Arran lanzaron confetti en el interior de un restaurante de Palma de Mallorca y encendieron bengalas en el exterior. Durante el ataque, los jóvenes que participaron en el mismo desplegaron varias pancartas, con mensajes como «Tourism kills Mallorca» («El turismo mata Mallorca») o «Aquí s'està lliurant la lluita de classes» («Aquí se está librando la lucha de clases»).

Unas semanas después, el 9 de agosto, la entidades Endavant Mallorca, Joves del GOB —organización ecologista— y Arran reivindicaron la colocación de más de 1.000 adhesivos en total en vehículos de alquiler con la inscripción «Aquest cotxe sobra. La massificació turística ens explota» («Este coche sobra. La masificación turística nos explota»). Esta actuación tuvo lugar en distintos puntos de la isla. En algunos coches se colocaron además pegatinas con el lema «Tourism kills Mallorca». Con esa iniciativa se pretendía denunciar el «parque desmesurado» de coches de alquiler, «que satura comunicaciones, contribuye a la masificación y contamina».

Posteriormente, el pasado 17 de agosto, la capital de Ibiza amaneció con diversas pintadas contra el turismo en varios edificios de la ciudad. Fue el primer acto vandálico de esas características que tuvo lugar en la isla pitiusa. En una de las pintadas podía leerse «Tourist, go home!» ( «¡Turista, vete a casa!» ). En otra, su autor había escrito «Si tanto te gustan los turistas, acógelos en tu casa». Una tercera pintada señalaba que «El turismo destruye ciudades».

Cabe recordar que en abril del pasado año aparecieron por vez primera pintadas en esa misma línea en Palma de Mallorca, en concreto en fachadas, garajes y equipamiento urbano del casco antiguo de la ciudad. En dichas pintadas aparecían frases como «Stop guiris», «El turisme destrueix la ciutat» («El turismo destruye la ciudad») o «Tourist go home. Refugees Welcome» («Turista vete a casa. Refugiados bienvenidos»).

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