Sociedad
Zaragoza, un gigantesco «gruyere» con 9.000 agujeros a pie de calle
El PP denuncia la «plaga» de alcorques vacíos e inútiles, sin árboles o con los restos de troncos talados
Nueve mil agujeros sin utilidad alguna. Ese es el censo de alcorques vacíos que suma la ciudad de Zaragoza , boquetes inservibles a pie de calle que, a falta de árboles, constituyen un riesgo para el viandante en caso de despiste. La cifra -y la denuncia pública- la acaba de hacer el portavoz del PP y candidato a la Alcaldía de Zaragoza, Jorge Azcón . Su crítica la ha acompañado, de paso, de una promesa electoral: si llega a la Alcaldía -dice- emprenderá una repoblación arbórea para dar sentido a esos miles de agujeros urbanos.
La situación afecta de forma generalizada a todo el casco urbano de la capital aragonesa, según denuncian los populares. Pero hay espacios urbanos en los que se acusa de forma especialmente flagrante. Uno de los ejemplos es la zaragozana calle Vicente Berdusán: pese a la limitada longitud de esta vía, el PP ha contado en ella un total de 46 alcorques vacíos en sus aceras.
Es una de las calles que ejemplifica lo que los populares han tildado de «abandono» urbano, fruto -dicen- de la desidia de los gobiernos de izquierda» -la coalición ZEC (Podemos-IU) gobierna en Zaragoza desde junio de 2015, y en los doce años previos el alcalde fue el socialista Juan Alberto Belloch-. Según Jorge Azcón, esa «desidia» ha «generado una auténtica cicatriz medioambiental» en el casco urbano zaragozano, y «lo más preocupante es que hay recursos económicos en el presupuesto municipal que no se han gastado».
El portavoz municipal del PP ha indicado que el presupuesto del Ayuntamiento de 2018 dejó partidas sin ejecutar por más de un millón de euros, «con las que podrían haberse plantado miles de árboles en los alcorques vacíos». El problema -dice- no solo afecta a las calles, sino también a las zonas verdes de la ciudad, en las que «tampoco se gasta lo necesario desde hace muchos años». Jorge Azcón ha subrayado la necesidad de que la conservación de los parques y la reposición del arbolado sea una prioridad política para que «las calles de la ciudad dejen de perder la vida y el color que le dan sus árboles».