Gasto público
La Universidad de Zaragoza vigilará la luz y el agua que gastan sus trabajadores
Prohibe los calefectores individuales, controlará el encendido de los ordenadores, y limitará el uso de luz artificial
Prohibir por completo que los empleados se lleven de casa y se enciendan calefactores individuales, controlar el horario de encendido y apagado de los ordenadores, o reordenar las zonas de trabajo para aprovechar al máximo la luz natural y reducir el alumbrado de las oficinas. Son parte de las medidas de choque decididas por los responsables de la Universidad de Zaragoza para seguir reduciendo sus costes y sanear sus apuradas arcas.
El «Plan de racionalización de la gestión económica» fue aprobado hace escasas semanas por el Consejo de Dirección de la Universidad de Zaragoza. Con él da continuidad a otras medidas de ahorro en gastos de personal y de funcionamiento que empezó a aplicar en 2013 y que, hasta el año pasado, ha supuesto una reducción de costes de más de 20 millones de euros , según han informado fuentes de esta institución académica.
Las medidas que ha aprobado ahora profundizan en el control de los gastos de personal y se extienden también a una larga lista de conceptos que van desde controlar -para reducir- el consumo de agua potable hasta vigilar con celo el consumo de electricidad.
Así, en este documento cuya aplicación entra ahora en vigor se establece expresamente que «no se permite el uso de calefactores autónomos cuando se disponga de servicio de calefacción» .
Temperatura tope oficial
Además, queda aprobada la temperatura «oficial» que ha de existir en las dependencias de la Universidad y que se controlará estrictamente con termostatos: un máximo de 21 grados centígrados en invierno y no menos de 26 grados en verano .
Asimismo, las nuevas normas indican que «siempre que sea posible, se trabajará con luz natural». Y, para ello, se acondicionarán o reorganizarán las áreas de trabajo, «para aprovechar el aporte lumínico exterior al máximo».
Encendido y apagado de ordenadores
Otro ejemplo de control de consumos afectará a los ordenadores. «Se configurarán todos los equipos informáticos (ordenadores, monitores, impresoras, fotocopiadoras,...) para que entren en estado de ahorro de energía cuando estén inactivos durante un cierto periodo». Además -indica el mismo documento- se insistirá para que los equipos informáticos se configuren -en los casos en los que es posible- «para que se enciendan y se apaguen en los horarios prefijados».
También va a reforzar la vigilancia e inspecicón de las instalaciones de agua «para evitar o corregir las fugas y pérdidas». Esto ya se viene haciendo en los últimos años y ha logrado rebajar el consumo de agua en la Universidad de Zaragoza en un 12%; ahora quiere llegar al 20%. Asimismo, «se irán suprimiendo progresivamente las descargas automáticas de agua por sensor de movimiento en los centros en los que estén instaladas».
Recortes en el teléfono y en el correo postal
El plan de ahorro abarca también al teléfono. Por ejemplo, insistiendo a los empleados para que usen el correo electrónico en vez del teléfono «siempre que sea posible» o prohibiendo «con carácter general las conexiones a internet desde móviles en el extranjero», cuando personal de la Universidad se encuentra fuera de España.
La apuesta por la austeridad llega incluso al correo ordinario. Así, se establece que deberá evitarse «el carácter urgente de los envíos», que se limitará «la utilización de acuses de recibo» y que se restringirán los envíos de felicitaciones navideñas «y de otra índole», que solo podrán ser remitidas a partir de ahora por correo electrónico , no de forma física.