Trece detenidos y 11 kilos de cocaína intervenida en una de las mayores operaciones antidroga de Aragón
La banda, que ha sido desmantelada, estaba asentada en esta región y en Cataluña
La Policía Nacional ha desarrollado una operación antidroga a gran escala que ha permitido desmantelar una importante banda de narcotraficantes afincada en Aragón y Cataluña . La denominada ‘operación Chacal’ arrancó en enero, en Teruel, se extendió a Zaragoza y alcanzó al resto de partes de la organización que tenía su base en localidades de las provincias de Barcelona y Gerona. En concreto, se han practiado registros domiciliarios en Zaragoza, en la localidad barcelonesa de Tordera y en las gerundenses de Blanes y Lloret de Mar.
Según ha informado la Policía nacional, en total han sido detenidas 13 personas, que han sido enviadas a prisión por orden del juez de Teruel que lleva el caso. También se han intervenido más de 11 kilos de cocaína , sustancia adulterante, 9 vehículos, armas de fuego simuladas, múltiples equipos para la preparación comercial de la droga y 8.000 euros en efectivo.
La operación se inició cuando la Policía tuvo conocimiento de una banda de narcotraficantes que operaba en Teruel, integrada por dominicanos. Cuando avanzaron las pesquisas se comprobó que estaban vinculados con otra red que estaba siendo investigada en Zaragoza, por lo que se pusieron en común todas las pesquisas.
«Es una de las mayores incautaciones de cocaína que ha tenido lugar en Aragón en los últimos años», han destacado los responsables policiales, que este miércoles dieron detalles sobre el desarrollo de esta operación.
Tras meses de investigaciones y seguimientos, las detenciones se desencadenaron el pasado 28 de octubre, cuando fueron interceptadas dos furgonetas con las que tres miembros de la banda habían recogido droga en Madrid. La Policía los detuvo cuando llegaban a Zaragoza. En el doble fondo de una de las furgonetas se encontraron 11 kilos de cocaína. A continuación se realizaron el resto de detenciones.
«El grupo desarticulado contaba con un alto grado de especialización y distribución de tareas, que abarcaban desde los proveedores de la droga, las personas dedicadas a su ocultación, así como los traficantes encargados del menudeo, la venta de droga a los consumidores finales», han indicado las mismas fuentes. También han destacado «la extraordinaria capacidad logística para ocultar la cocaína», que incluía una amplia red de pisos y garajes.
Además, esta organización criminal contaba con una flota de vehículos preparados a conciencia «con habitáculos muy sofisticados» para ocultar la droga que transportaban en ellos, lo que se conoce en el argot policial como ‘caletas’.
