Sociedad

Una tormenta de pedrisco destroza tejados y coches en Rubielos de Mora (Teruel)

El Gobierno aragonés estudia ayudas de urgencia para los afectados, mientras el Ayuntamiento echa cuentas de las pérdidas

Toldos y sombrillas hechas jirones por la dañiñna tormenta de pedrisco

R. P.

Una devastadora tormenta ha destrozado tejados y coches en la localidad turolense de Rubielos de Mora , donde ayer cayeron pedriscos que llegaron a superar el tamaño de pelotas de golf . Convertidos en la práctica en proyectiles, perforaron tejados, cristales, lunas de coches y toldos.

«Ha arrasado tejados y destrozado los coches que estaban aparcados en las calles», ha explicado el alcalde de Rubielos de Mora, Ángel Gracia. Esta localidad de la comarca de Gúdar-Javalambre es un municipio conocido por su proyección turística.

Lunas de coches perforadas por el pedrisco y carrocerías totalmente abolladas

Ahora, el Ayuntamiento echa cuentas de los daños que se han producido en infraestructuras, equipamientos y propiedades tanto públicas como privadas , a fin de buscar líneas de ayuda en diversos frentes, tales como el Consorcio de Compensación de Seguros o líneas de apoyo económico de urgencia en otras administraciones públicas. En este sentido, el Gobierno aragonés ha anunciado que va a estudiar de inmediato la posibilidad de arbitrar líneas de ayudas específicas para los damnificados. De hecho, el consejero de Presidencia del Gobierno aragonés, Vicente Guillén, visita este lunes Rubielos de Mora y otras localidades turolenses afectadas por las tormentas de agua y granizo que descargaron este domingo sobre esta zona de la provincia de Teruel.

El pedrisco que descargó sobre Rubielos de Mora lllegó a tener un tamaño superior al de una pelota de golf

Aunque con efectos menos devastadores, las intensas tormentas de pedrisco descargaron también sobre otros muncipios del Bajo Aragón, como Alcañiz o Castellote.

En Rubielos de Mora, el tamaño del pedrisco fue de tal envergadura que dejó tejados totalmente agujereados. Atravesó cubiertas de edificios, destrozó lunas de coches y redujo a jirones las sombrillas instaladas a pie de calle en terrazas de bares y restaurantes. Tras la tormenta, las calles y plazas de la localidad quedaron cubiertas por una espesa capa de pedrisco.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación