Coronavirus
Tímida apertura de bares y comercios a medio gas en el primer día de la «Fase 1» en Aragón
Buena parte de los bares siguen cerrados en Zaragoza, y los que han abierto funcionan con una actividad muy mermada
El primer día de la «Fase 1» de desescalada del coronavirus en Aragón discurre a medio gas desde primera hora de la mañana en la hostelería y en el comerio generalista. Así se puso de manifiesto este lunes en Zaragoza capital , una de las mayores urbes de España y el epicentro de la actividad económica de Aragón.
En la capital aragonesa, buena parte de los bares siguen cerrados . Sus dueños han optado por no abrir, a la espera de ver cómo evoluciona la situación y si pueden hacerlo en mejores condiciones económicas.
Entre quienes lo han abierto hay un comentario generalizado: han apostado por reanudar la actividad a sabiendas de que van a trabajar a pérdidas , porque solo funcionan las terrazas, lo hacen de forma restringida por la obligación de respetar las distancias entre mesas, y la afluencia de usuarios también es tímida, por lo que no les permite cubrir gastos. Eso precisamente es lo que ha llevado a un buen número de establecimientos a seguir cerrados.
La imagen que dejó Zaragoza en este primer día de la «Fase 1» es el de una ciudad que sigue a medio gas y en la que el comercio también se abre paso con mucha dificultad .
A pie de calle abundaban los ejemplos de establecimientos generalistas -sobre todo de moda y complementos- que han vuelto a abrir, en un intento por recuperar los dos meses de cierre y desplome económico absoluto, pero a sabiendas de que la afluencia de compradores se ha desplomado y va a costar recuperarla, al menos a unos niveles que mínimamente permitan mantener a flote sus estableimientos.
Mientras se afanan por extremar las medidas sanitarias para garantizar al máximo la seguridad a todo cliente que entre en su local y que eso ayude a reanimar el consumo, los establecimientos afrontan esta «Fase 1» con una actividad también muy mermada.
El temor compartido entre los comerciantes es cuánto tiempo podrán aguantar esta situación si no se recupera una normalidad mínima como para que puedan mantener a flote sus negocios. En el caso de la moda, la situación es crítica: las ventas de la temporada de primavera-verano ya se han visto irremediablemente truncadas, se encuentran con género que ya habían adquirido y que ahora tienen poco tiempo y difíciles condiciones para venderlo en condiciones óptimas de rentabilidad.
