Sociedad
La riada del Ebro pasa por Zaragoza tras inundar más de 2.500 hectáreas en los pueblos ribereños
Los desbordamientos que se han producido aguas arriba de la capital aragonesa ha hecho que la avenida haya llegado amortiguada a Zaragoza
La riada que registra el Ebro desde el pasado viernes ha pasado este lunes por Zaragoza con unos 1.500 metros cúbicos por segundo, menos de lo que apuntaban inicialmente las previsiones. La crecida ha llegado amortiguada a la capital aragonesa, a costa de haber inundado más de 2.500 hectáreas en campos situados en los municpios ribereños situados aguas arriba de la ciudad, aunque sin alcanzar núcleos habitados. A las afecciones que se han producido en el tramo Navarro se han sumado en las últimas horas las que se han registrado en varios términos municipales zaragozanos, caso de Pradilla, Novillas o Boquiñeni, entre otros.
Solo en los municipios ribereños aragoneses se han inundado unas 2.500 hectáreas, según las últimas estimaciones, pero a esa superficie se suman las tierras que quedaron cubiertas por el desbordamiento del Ebro en el tramo navarro. Ahora toca echar cuentas d elo perdido, concretar el efecto que la inundación provoca en las tierras que estaban cultivadas y, en su caso, el alcance de las cosechas que se hayan visto anegadas.
Este lunes por la mañana pasó por la capital aragonesa la punta de esta crecida, originada por el temporal de lluvia y nieve de la última semana. Por Castejón (Navarra) pasó el sábado por la noche. Allí, el Ebro rozó los siete metros de altura y pasó con un caudal máximo de más de 1.900 metros cúbicos por segundo . La inundación de campos hacía que parte de ese caudal quedara empantanado y amortiguara los efectos en su avance. Así, a Tudela llegó la punta de la crecida con casi 1.800 metros cúbicos por segundo en la madrugada del domingo, y así entró la riada en suelo aragonés.
En Pradilla (Zaragoza), el Ebro alcanzó una altura de 7,6 metros este domingo a mediodía, mientras la punta de la crecida seguía avanzando y mantenía en prealerta a otras zonas situadas aguas abajo, caso del municipio de Alagón.
Casi 24 horas antes de que la cresta de la riada alcanzara la capital aragonesa , este domingo el Ebro ya superaba los seis metros de altura a las puertas del casco urbano de Zaragoza, en la estación de aforo que mide el caudal del río cuando se cruza con la autovía A-2 (Madrid-Zaragoza). Al final, este lunes por la mañana la punta de crecida pasó por el casco urbano de Zaragoza con unos 1.450 metros cúbicos por segundo, lo que hizo que el Ebro alcanzara los 4,2 metros de altura. En Zaragoza no se han producido afecciones significativas.
Riadas con polémica
Ahora, en los municipios ribereños que han sufrido inundaciones de campos de cultivo tocará echar cuentas de las afecciones. Todo ello cuando los damnificados por la devastadora riada que se produjo hace menos de un año (abril de 2018) aún no han cobrado en su integridad las indemnizaciones que les prometió la Administración autonómica en aquel momento.
Esta nueva crecida ha vuelto a reavivar la polémica por la situación en la que se encuentra el cauce del Ebro desde hace años . En los municipios ribereños hace tiempo que reclaman sin éxito unas limpiezas en profundidad del cauce que, sin embargo, se topan con las limitaciones que impone la normativa medioambiental que se implantó hace unos años. Los críticos con esa sobreprotección medioambiental denuncian que, al haberse dejado de hacer las limpiezas y dragados de antaño, el Ebro cada vez tiene menos capacidad de desagüe. Y que eso hace que riadas que en principio son catalogadas técnicamente como «ordinarias» acaban provocando afecciones extraordinarias, desbordamientos e inundaciones.
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