Un año marcado por la muerte de Víctor Barrio

A la hora de hacer balance sobre el año taurino en Aragón , una fecha sobresale sobre todo lo ocurrido en los ruedos de la Comunidad durante 2016. El 9 de julio, cuando Teruel acababa de estallar en fiesta, en su plaza de toros caía mortalmente herido el diestro Víctor Barrio .

Fue un instante, un segundo de mala suerte, un momento de dolor, apenas nada. El paso de la vida de un torero pleno de ilusiones al túnel de la nada. El toro «Lorenzo», de la ganadería aragonesa de Los Maños le infirió una terrible cornada. La nobleza demostrada por el astado no impidió que el pitón penetrara por el costado derecho y produjera la letal herida. Fueron momentos de tremenda tensión. En el ruedo, los hombres de luces apenas podían articular palabra, sus ojos se humedecieron cuando de la enfermería llegó la fatal noticia. Los tendidos enmudecieron, como si un aire helado recorriera la plaza en un día de calor sofocante.

Lo demás ya es sabido, el drama de familiares y compañeros, el traslado a su Sepúlveda natal, el duelo, y hasta la indignidad que corrió por las redes sociales contra el hombre muerto, contra el torero caído en la arena.

Era el final de la feria turolense, ya que el día anterior se lidió un seis para seis, una corrida de la oportunidad en la que sobresalieron el levantino Román y el aragonés Imanol Sánchez.

Fue precisamente Imanol uno de los toreros destacados de la feria de San Lorenzo de Huesca. Cortó una oreja a su primer toro de Albarreal y cuajó al otro, aunque el fallo a espadas le frenó el triunfo. Del ciclo oscense destacó Roca Rey y la vuelta de Rivera Ordóñez tras la gravísima cornada sufrida el año anterior.

Y ya en la capital aragonesa, todo lo reseñable se produjo en el Pilar . Desde la ilusionante presentación del novillero aragonés Jorge Isiegas, hasta la gran tarde de Padilla, Morante y Talavante, pasando por la faena para el recuerdo de Enrique Ponce y la notable corrida de Núñez del Cuvillo.

En el resto de plazas de la región, poco que reseñar en las dos corridas de Calatayud, y los triunfos de Alberto Álvarez en los cosos de Ejea y Andorra.

Son las pinceladas de una temporada que quedará marcada para siempre con aquel 9 de julio en Teruel y el recuerdo a Víctor Barrio.