Ciencia forensed
Indulto bancario a la «máquina de la verdad» de la criminología española
El patrocinio de un banco permitirá mantener en uso este equipo en el Instituto de Medicina Legal de Aragón
Los forenses españoles seguirán disponiendo de la «máquina de la verdad» , nombre con el que se conoce popularmente el equipo que permite hurgar en la mente de un sospechoso para aclarar un crimen. El futuro de la única máquina de este tipo existente hasta ahora en un instituto forense oficial era más que incierto, pero se ha salvado «indultada» gracias al patrocinio de una entidad bancaria cuyo nombre no se ha querido hacer público de momento.
La máquina en cuestión se encuentra en Zaragoza, en las instalaciones del Instituto de Medicina Legal de Aragón. Es un equipo fabricado por una empresa aragonesa que lo tiene allí en calidad provisional de préstamo con opción a compra .
Se trata de un equipo que analiza las señales cerebrales del potencial cognitivo P-300 . En Estados Unidos, por ejemplo, es considerada una prueba de elevado interés. En España, sin embargo, está rodeada de la controversia. De un lado, por las consecuencias jurídicas que tiene la aplicación de esta prueba y la sentencia de inconstitucionalidad que desencadenó el año pasado. De otro, por los nulos resultados alcanzados hasta ahora en las tres únicas ocasiones que se ha utilizado para tratar de despejar incógnitas en otras dos investigaciones criminales.
Se utilizó, sin éxito, con Miguel Carcaño , el asesino confeso de la joven sevillana Marta del Castillo. Se le aplicó también, igualmente sin éxito, a un acusado de matar a su esposa en Ricla (Zaragoza), Antonio Losilla. Y también se puso en práctica con la mente del terrorista del grapo Fernando Silva Sande , para tratar de dar con los restos del empresario Publio Cordón, secuestrado y asesinado por la banda en los años 90.
La conocida popularmente como «máquina de la verdad» saltó a la actualidad por utilizarse por primera vez en España para intentar aclarar las sombras de un crimen, para ayudar a la Justicia y a la investigación policial desde la ciencia forense.
Funciona registrando las señales cerebrales que evoca en un individuo la visualización de imágenes y frases que pueden ser relevantes para una investigación. Tanto con Carcaño como con Losilla y Silva Sande se usó con el mismo fin: intentar que el cerebro de ambos reaccionaran de forma reveladora ante imágenes y frases sobre ubicaciones posibles de los restos de las víctimas. En todos esos crímenes, años después de producirse, siguen sin haberse hallado los cuerpos.
La «máquina de la verdad» no dio frutos en ninguno de estos tres casos, en pruebas que fueron practicadas entre finales de 2013 y septiembre de 2014. En ningún caso permitió dar con el lugar en el que están los restos de la sevillana Marta del Castillo ni de la zaragozana Pilar Cebrián ni de Publio Cordón.
Tras ello, en los últimos dos años la «máquina de la verdad» cayó en el olvido. Pero el Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) , que depende del Gobierno regional, sigue considerándolo un equipo de elevado interés para la ciencia forense.
Para seguir disponiendo de esa máquina hacía falta dinero, el suficiente para mantenerla en uso y seguir disfrutando de ella en estas instalaciones. Y eso se ha logrado con el patrocinio de un banco, según han revelado fuentes del Gobierno de Aragón, que no descartan comprar en el futuro este equipo. Mientras tanto, se seguirá disfrutando de él con un contrato de rénting.