Banca
Ibercaja pacta con los sindicatos eliminar 590 empleos y 140 oficinas
Invertirá unos 50 millones de euros en esta reestructuración, con la que recortará su plantilla y red de oficinas en un 10%
Tras una intensa jornada de negociaciones entre la dirección de Ibercaja y los representantes de los trabajadores de la entidad, el banco aragonés alcanzó al filo de la pasada medianoche el nuevo plan de regulación de empleo que aplicará para adelgazar su estructura y los costes aparejados. Finalmente se eliminarán 590 empleos -en su inmensa mayoría con prejubilaciones y bajas voluntarias incentivadas- y 140 oficinas .
Estas cifras finales han contado con el respaldo mayoritario -aunque no unánime- de los representantes sindicales de la entidad, y le permitirá a Ibercaja sacar adelante este nuevo plan de ajuste -el tercero que aplica en cuatro años- de forma pactada con el comité de empresa.
Los sindicatos que han apoyado el acuerdo lo han calificado como «el mejor de los posibles» , habida cuenta de las opciones con que habría contado la entidad para haber puesto en marcha un plan de ajuste en condiciones menos ventajosas para la plantilla.
De hecho, Ibercaja ha cedido sustancialmente en sus aspiraciones iniciales: pretendía eliminar 686 empleos, y finalmente la cifra se quedará en 590 -algo que se hará efectivo progresivamente a lo largo del próximo año-, las indemnizaciones fijadas para esas bajas se han elevado respecto a las que había planteado inicialmente la cúpula de la entidad, y el número de oficinas a cerrar en toda España pasan de las 160 que en un principio había previsto Ibercaja a las 140 que serán las que finalmente se clausuren .
En su conjunto, este plan de reestructuración supondrá adelgazar en torno a un 10% la plantilla actual de Ibercaja -que ronda los 5.500 empleados- y reducir en similar porcentaje su red de oficinas, que actualmente asciende a 1.250 sucursales repartidas por todo el país, aunque mayoritariamente concentradas en Aragón -su mercado tradicional y en el que disparó la red cuando, hace escasos años, absorbió al grupo Caja 3, formado por la aragonesa Caja Inmaculada, Caja Círculo de Burgos y Caja Badajoz-.
Se calcula que este plan de reestructuración le supondrá a Ibercaja la inversión de unos 50 millones de euros , teniendo en cuenta las indemnizaciones e incentivos que aplicará a los empleados que se acojan a las bajas y a los que en su conjunto salgan de la entidad con este plan.
De los 590 empleos que se extinguirán, 500 serán salidas voluntarias y 90 derivados de traslados desencadenados por el cierre de oficinas que se va a producir.
Desde el año 2013, Ibercaja ha llevado a cabo sucesivos planes de ajuste para dotar de una dimensión más competitiva a su red de oficinas y a su plantilla, algo que se ha producido en gran parte motivado por los procesos de concentración bancaria y, en este caso concreto, por la absorción de Caja 3 por parte del banco aragonés.
Ibercaja obtuvo el año pasado un beneficio neto de 143 millones de euros, un 70% más que en 2015.