Política

Huesca deja de ser «ziudat bilingüe»: retirados los carteles en fabla que plantaron las izquierdas

PP, Cs y Vox se unen para eliminar los carteles de «Uesca», sin hache, que colocó el Ayuntamiento hace un año

Uno de los carteles que colocó el anterior gobierno municipal de Huesca y que deberán retirarse

R. P.

El Ayuntamiento de Huesca ha retirado los carteles de «Uesca» , sin hace, que lucen en los accesos a la capital altoaragonesa desde hace un año. Es la denominación en fabla que promocionaron las izquierdas desde el gobierno municipal la pasada legislatura.

El asunto generó polémica local en su momento y, de hecho, algunos de esos carteles aparecieron emborronados en señal de protesta. Ahora, un año después, un acuerdo municipal aprobado por PP, Cs y Vox ha forzado a retirar esos paneles en los que se lee «Bienevenius a Uesca» y se declara la capital oscense como «ziudat bilingüe» .

«Charramos aragonés» y «hablamos castellano», proclamaron igualmente esos carteles, firmados por el «Ayuntamiento de Huesca – Conzelo de Uesca». Todo ello a vueltas con una pretendida promoción de las lenguas propias de Aragón –las fablas pirenaicas y el chapurriau de las comarcas limítrofes con Cataluña-, que están reguladas en una Ley de Lenguas autonómica de polémico contenido.

En el caso de Huesca capital, la controversia surgió de inmediato porque, en esa ciudad, la fabla ni es la lengua natural ni es hablada por una minoría representativa . Un estudio del Seminario Aragonés de Sociolingüística cifraba en un millar las personas familiarizadas con el aragonés (fabla) en Huesca capital, una urbe que supera los 50.000 habitantes.

Desde el PP subrayan que retirar esos carteles es una cuestión de justicia con la realidad social y lingüística de la capital oscense. «Un cartel oficial debe obedecer a la verdad, y decir en un cartel oficial que Huesca es una ciudad bilingüe no es respetar la verdad» , afirma el concejal popular Gerardo Oliván, cuyo grupo ha promovido la moción en la que han coincidido los ediles de Cs y de Vox. Entre estos tres partidos suman mayoría absoluta en el Pleno municipal de Huesca, pero al frente de la Alcaldía sigue el socialista Luis Felipe porque el pasado junio, en la sesión de investidura, un edil del centro-derecha se desmarcó y no apoyó a la candidata del PP, Ana Alós.

Los polémicos carteles de «Bienevenius a Uesca» se enmarcan en la bandera lingüística que han ondeado diversos sectores de la izquierda aragonesa en los últimos años y que también llegó a Zaragoza capital en la pasada legislatura, cuando la ciudad era gobernada por la franquicia local de Podemos, con el alcalde Pedro Santisteve.

En abril de 2017, el gobierno municipal de la coalición Podemos-IU decidió proclamar el «plurilingüismo» en la capital aragonesa y aprobó cambiar la rotulación de 16 calles de la capital aragonesa, para que sus nombres no solo estuvieran en castellano sino también en fabla, término con el que se identifica al conjunto de hablas de los valles del Pirineo aragonés.

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