Política
Graciano Palomo: «Iván Redondo es el primer ministro de España y Sánchez se siente el jefe del Estado»
El periodista recuerda en su último libro los tiempos en los que el jefe de gabinete de Sánchez trabajó para el PP en Aragón. El autor ha presentado en Zaragoza «La larga marcha, de Rajoy a Casado»
«Iván Redondo es el primer ministro de España y Pedro Sánchez se siente el jefe del Estado», afirma el periodista Graciano Palomo para describir el poder gubernamental del jefe de gabinete de Sánchez y sus orígenes como asesor en el PP de Aragón. Palomo presentó este miércoles en Zaragoza su último libro, «La larga marcha, de Rajoy a Casado» .
En sus más de 500 páginas, el libro relata la intrahistoria desde los últimos días del Gobierno de Rajoy y la moción de censura que lo desalojó de Moncloa, hasta el actual Gobierno PSOE-Podemos y su gestión de la crisis del coronavirus.
«La larga marcha» fue presentada en el espacio cultural de la FNAC de la zaragozana Plaza de España, en un acto en el que, junto al autor, intervinieron el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón (PP), y el periodista y politólogo Roberto Pérez , responsable del diario ABC en Aragón y redactor del suplemento económico nacional ABC Empresa.
Durante su intervención, Graciano Palomo recaló en el poder que ejerce el jefe de gabinte de Pedro Sánchez. Según el autor de «La larga marcha», Iván Redondo actúa en la práctica como «primer ministro», mientras que la ambición de Pedro Sánchez le hace sentirse más como «jefe del Estado» que como presidente del Gobierno.
Palomo recordó los orígenes de Iván Redondo en el campo de la asesoría política, ligado al PP aragonés . En concreto, trabajó al servicio del desaparecido Antonio Torres cuando era alcalde de Sariñena. Torres llegó a ser presidente del PP oscense y portavoz popular en las Cortes de Aragón.
De aquellos orígenes en la política local al servicio del PP, Redondo fue ampliando sus clientes en otros dirigentes locales y autonómicos de ese partido pero, según Graciano Palomo, recibió el portazo de Jorge Moragas cuando intentó hacerse hueco profesional en la cúpula nacional de los populares. Tras aquel episodio, Redondo acabó fichado por Sánchez.
La división del centro-derecha
Respecto a la situación política actual, el autor de «La larga marcha» sostiene que «la complejísima situación política actual, con cuatro crisis de gran calado -política, económica, sanigtaria y territorial- es una oportunidad para Casado, pero también un riesgo a vida o muerte» .
Destaca que «ningún dirigente anterior del PP se ha encontrado con un centro-derecha y una derecha radical disputando el voto» y «ese el hándicap que el tándem Redondo-Sánchez, por este orden, tratan de aprovechar; a mayor radicalidad del Gobierno, más radicalidad en la oposición, y eso beneficia a Abascal». Según Graciano Palomo, esa es «la estrategia y la táctica de Moncloa para debilitar al jefe del PP», partido que -a su juicio- es «el único lugar desde el que se puede montar una alternativa a la coalición radical gubernamental, real y posible para España».
Azcón: «Casado es demasiado buena persona»
Durante la presentación del libro, Jorge Azcón destacó el valor histórico que tiene esta obra, como reflejo detallado de dos años claves para el presente y el futuro de España. Respecto a la etapa de Rajoy y a su accidentada marcha de la política, el alcalde de Zaragoza coincidió con Graciano Palomo en que en parte fue consecuencia de cierto descuido de la política en beneficio de la gestión económica. Tras destacar el logro que supuso salvar a España de la quiebra y del rescate, Azcón reconoció que «a Rajoy es cierto que le faltó política y eso nos ha pasado una factura tremenda».
Respecto a Casado, el alcalde de Zaragoza considera que es el líder destinado a sacar a España de la crisis política y económica en la que está inmersa. «Es solvente, se ha formado para estar en la primera línea, tiene preparación y capacidad para ser presidente del Gobierno», afirmó Azcón. A su juicio, si hubiera que buscarle una debilidad a Casado, la más reseñable sería que «es demasiado buena persona» para lo que en ocasiones exigen las turbulentas aguas de la política.