Política

El Gobierno aragonés se queda sin «embajador» en Bruselas

Emilio Gil ha renunciado al cargo siete meses después de ser nombrado y a la par que se ha ido la asesora de la delegación

Emilio Gil Moya se incorporó al frente de la Oficina de Aragón en Bruselas el pasado marzo

R. Pérez

El Gobierno aragonés se ha quedado sin «embajador» en Bruselas, ante la renuncia que ha presentado Emilio Gil , que ha durado en el cargo apenas siete meses . Profesor de Ingeniería Agroalimentaria y Biotecnología de la Universidad Politécnica de Cataluña, Emilio Gil Moya (Barcelona, 1962) fue nombrado director de la Oficina de Aragón en Bruselas el pasado mes de marzo.

Hasta la incorporación de Gil Moya, la jefatura de la Oficina de Aragón ante la UE había permanecido vacante durante ocho meses. En julio de 2015, el cambio de gobierno -la marcha de Luisa Fernanda Rudi y su sustitución por el socialista Javier lambán- conllevó el cese de los anteriores altos cargos adscritos a esa delegación por el Ejecutivo regional PP-PAR.

Desde julio de 2015 hasta el pasado mes de marzo permaneció vacante el cargo de director de la Oficina de Aragón en Bruselas, plaza que quedó cubierta con el nombramiento de Emilio Gil Moya.

Sin embargo, su permanencia en el puesto ha sido fugaz. Gil Moya ha optado por dimitir alegando motivos personales, cese que ahora acaba de ser formalizado por el Ejecutivo aragonés y que se suma a la renuncia que también presentó hace unas semanas la asesora adscrita a esta misma delegación.

Según han confirmado a ABC fuentes oficiales, la delegación aragonesa ante la UE permanece de nuevo sin director desde el pasado 28 de octubre y se desconoce cuándo se cubrirá la vacante . De momento, el Gobierno aragonés no ha encontrado a nadie que encaje en el perfil.

Fuentes próximas a Emilio Gil han indicado a ABC que tras su renuncia habría motivos económicos . Al parecer, el salario ligado al cargo de director de la Oficina de Aragón en Bruselas no le compensaría personalmente, a tenor de los gastos que lleva acarreado vivir en la capital belga y el sueldo que tiene como profesor en la Universidad Politécnica de Cataluña.

El puesto de director de la Oficina de Aragón en Bruselas es de libre designación, personal eventual de confianza que nombra libremente el Gobierno regional. Tiene un sueldo bruto anual de 81.780 euros. Es ligeramente superior al que tiene reconocido el presidente del Ejecutivo aragonés, que asciende a 80.975 euros anuales.

La delegación permanente de Aragón ante Bruselas vuelve a estar en precario, sin personal ejecutivo. El cese de Emilio Gil se suma al la renuncia que también presentó, hace unas semanas, la asesora que prestaba sus servicios técnicos en esta oficina, Marina Sopeña Escalona .

Lejos queda la nutrida lista de cargos adscritos a esa «embajada» aragonesa ante la UE: hace cinco años contaba con un director, un subdirector, tres asesores y un colaborador, que sumaban un gasto salarial total de 411.726 euros al año que se sumaban a los más de 60.000 euros que costaba la sede de la oficina.

En 2012, Rudi dio un tijeretazo a esa plantilla . Lo hizo escasos meses después de tomar posesión como presidenta de la Comunidad. Redujo a la mitad los puestos adscritos a la Oficina de Aragón en Bruselas y, posteriormente, se acabó prescindiendo de la sede propia para pasar a compartir espacios de la Representación Permanente de España (Reper) ante la UE.

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