Cuentas públicas
El Gobierno de Aragón tuvo que endeudarse en 2016 en más de mil millones para cuadrar sus cuentas
El Ejecutivo regional pidió prestado casi el doble del dinero que había previsto inicialmente: una desviación del 48%
El Gobierno de Aragón tuvo que endeudarse el año pasado en más de mil millones de euros para cuadrar sus cuentas de ingresos y gastos. Es decir, firmó nuevos préstamos a un ritmo de casi tres millones de euros cada día . Así lo indican los datos oficiales a los que ha tenido acceso ABC, que ponen de manifiesto una monumental desviación entre lo que había anunciado en un principio el Ejecutivo autónomo y lo que finalmente tuvo que hacer forzado por el descuadre que arrojaron sus presupuestos.
El resultado fue que uno de cada cinco euros que gastó el Gobierno aragonés durante el año pasado se fue «al debe», a costa de nuevo dinero prestado: el 21% de las cuentas del Ejecutivo regional del año pasado se cubrieron a golpe de préstamo.
La desviación sobre las previsiones iniciales fue de órdago: en los presupuestos que aprobó a principios de año anunció que iba a suscribir nuevas operaciones de deuda pública por un importe total de 692,88 millones de euros; sin embargo, al acabar el año se había cargado con nuevos préstamos por valor de 1.023,75 millones . Es decir, una desviación de las previsiones de endeudamiento del 48% .
Una vez más -porque es una tónica que se repitió en años anteriores- el resultado fue un sobreendeudamiento muy por encima de lo que había anunciado inicialmente el Gobierno aragonés. Parte del dinero que pidió prestado lo destinó a pagar parte de la deuda financiera que tiene acumulado.
Cuando aprobó los presupuestos de 2016, a principios del año pasado, el Ejecutivo regional PSOE-Chunta había previsto que su deuda pública aumentara en 331 millones de euros en esos doce meses -la diferencia entre la deuda que se iba a amortizar y la que se iba a suscribir de nuevas-. Sin embargo, la realidad es que Aragón terminó el año con un aumento neto de la deuda pública de 556 millones de euros, 225 millones más , lo que supuso una desviación del 68% sobre las previsiones presupuestarias que había hecho el Ejecutivo de Javier Lambán cuando aprobó sus cuentas.
Esto hizo que, al finalizar 2016, la deuda pública del Gobierno aragonés alcanzara los 7.486 millones de euros.