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El Gobierno de Aragón expropiará en Épila más de 70 hectáreas para la nueva gran fábrica de Guissona
Se activan los trámites para agilizar la construcción de la nueva fábrica aragonesa del gigante alimentario catalán
El Gobierno aragonés expropiará más de 70 hectáreas en Épila (Zaragoza) para cumplir con los compromisos adquiridos con el grupo catalán Guissona ante la nueva gran fábrica agroalimentaria que ha decidido construir en Aragón el que, hoy por hoy, es el mayor grupo empresarial de la provincia de Lérida .
El acuerdo para su implantación en Aragón ha sido fruto de un acuerdo a tres bandas -el grupo Guissona, el Gobierno regional y el Ayuntamiento de Épila-, y los trámites se han activado ya para cumplir con los compromisos adquiridos. Supondrá, como mínimo, la creación de 4.000 puestos de trabajo con epicentro en una localidad zaragozana que ahora ronda los 4.600 habitantes.
El pasado viernes se hizo público el acuerdo entre el Gobierno aragonés y Guissona, un convenio que acaba de aprobar ahora el Ayuntamiento de Épila y que, por parte municipal, incluye garantizar a la empresa catalana la gran cantidad de agua que necesitará para sus procesos productivos.
Guissona ha elegido la localidad zaragozana de Épila para instalar su nuevo gran centro industrial , que convivirá con el que dispone desde hace casi 60 años en la localidad catalana que da nombre a este grupo empresarial, Guissona. La planta de Épila se incardina en los planes de expansión de la compañía -propietaria de la red de establecimientos comerciales Bonárea -, que en los próximos años va a extender su presencia por el Levante, la zona centro y norte peninsular.
Grandes caudales de agua garantizados
Según ha explicado a ABC el alcalde de Épila, Jesús Bazán , el grupo Guissona ha calculado que necesitará un caudal anual de entre 1,5 y 2 millones de metros cúbicos al año. El Ayuntamiento, sin embargo, va a articular medidas para garantizar ampliamente esas necesidades: pondrá a disposición de Guissona reservas de agua de hasta 7,5 metros cúbicos anuales , lo que permitiría atender futuras ampliaciones.
Expropiaciones y permutas de terrenos
En cuanto a los terrenos , Bazán ha indicado que da por hecho que el proceso administrativo que conducirá a las expropiaciones se iniciará con rapidez -Guissona prevé empezar a producir en su nueva planta de Épila a principios del año 2019-.
El grupo leridano ya compró en Épila, en el año 2008, unas 260 hectáreas de terreno. Sin embargo, finalmente ha descartado ubicar allí su nueva fábrica debido al alto coste que le suponía urbanizarla y a los inconvenientes técnicos que presentaba, incluido el acceso al agua.
Para solventar ese escollo, el Ayuntamiento va a firmar una permita de terrenos con Guissona, un intercambio de suelos: le dará hectáreas de titularidad municipal situadas cerca de la autovía A-2 (Madrid-Zaragoza) a cambio de parte de los terrenos que Guissona tiene en la zona del municipio que ha descartado para ubicarse.
Jesús Bazán ha explicado que «aún hay que definir el ámbito exacto en el que se localizarán las futuras instalaciones del grupo Guissona», por lo que no se sabe con certeza, todavía, cuántas de las 140 hectáreas que precisa el grupo catalán podrán cubrirse con esa permita de suelos municipales.
En cualquier caso, se calcula que más de la mitad de las 140 hectáreas que ocupará Guissona se tendrán que obtener por la vía de las expropiaciones .
Este trámite estará garantizado en cuanto el Gobierno aragonés -tal y como se ha comprometido- declaré de interés autonómico el proyecto industrial de Guissona. Esa declaración, que previsiblemente será inminente, allana considerablemente los trámites administrativos y facilita la implicación de las administraciones públicas en apoyo de la empresa. Entre otros apartados, el relativo a la ocupación de los terrenos -evitando así posibles problemas de compra-venta o movimientos especulativos que pudieran entorpecer la adquisición de esos suelos para la fábrica-.
El trámite expropiatario lo realizará el Gobierno aragonés, pero será el grupo empresarial leridano el que pague las cantidades que se establezcan para los propietarios a los que se ocupen fincas. Se trata, en todos los casos, de parcelas rústicas de secano.
Por otra parte, el Ayuntamiento ha aprobado aplicar a Guissona el máximo de exenciones fiscales que permite la ley : le bonificará el 95% en los impuestos y tasas municipales -el de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO), el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y la parte municipal relativa al Impuesto de Actividades Económicas (IAE)-.
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