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El empresario maño que triunfa en el mundo a base de huevos... fritos
Tras dar con el quid para congelar huevos fritos, ya produce 45.000 al día y va a abrir otra fábrica para freír otros 200.000
Se llama Javier Yzuel , tiene 39 años y lleva dos triunfando dentro y fuera de España con su empresa de huevos fritos congelados , Food Style. Es única en el mundo gracias a una patente que protege el secreto con el que dio hace tres años , cuando tenía 36. En su fábrica de Vitoria produce actualmente 45.000 unidades diarias , pero en cuestión de semanas abrirá otra más, en Albentosa (Teruel), en la que llegará a elaborar otros 200.000 huevos fritos cada 24 horas .
Los ingredientes son solo dos: huevos muy frescos y aceite de oliva virgen. Hasta ahí, ningún secreto. La clave -y la patente- está en cómo se fríen y en cómo se congelan rápidamente después.
Nadie, hasta la fecha, ha dado con el sistema para conseguirlo. Él lo logró en 2013, «después de haber probado con 6.000 huevos» , relata a ABC.
Natural de Sariñena (Huesca), criado en Zaragoza y formado en la Escuela de Hostelería de Teruel, Javier Yzuel dio sus primeros pasos como empresario con un restaurante en Vitoria. Allí ya era un apasionado del huevo frito; más en concreto -cuenta- de los huevos rotos.
Y lo uno llevó a lo otro. Un día pensó en lo que podría lograrse si se pudiera congelar el huevo frito para poder mantener sus propiedades y comercializarlo a gran escala. Y el empeño -«cabezonería aragonesa», bromea- hizo que acabara lográndolo.
Un secreto bien guardado
«Es muy complicado, porque la clara y la yema son dos elementos nutricionalmente y de morfología totalmente diferente», y eso complica que pueda congelarse tras ser frito. Por si eso no fuera suficiente complicación, se le añade la normativa alimentaria, que prohíbe comercializar huevos fritos con la yema líquida si no se sirven para consumo inmediato, «in situ».
Así que no solo tuvo que dar con la técnica para congelar el huevo frito, sino para freirlos de manera que la yema no quede líquida sino espesa. «La nuestra es cremosa, mantequillosa», cuenta con orgullo.
El truco con el que dio -y que protege con celo profesional- lo patentó. Y, a partir de ahí, se lanzó a la producción industrial. Así nació su fábrica en Vitoria , en la que elabora a diario 45.000 unidades y que da trabajo a medio centenar de personas. Pero se le ha quedado pequeña, así que ya tiene todo listo para abrir otra en Albentosa (Teruel) , que va a multiplicar por mucho su actual producción.
La factoría de Albentosa se pondrá en marcha en enero. Ocupa casi 3.000 metros cuadrados y está preparada para producir 200.000 huevos fritos congelados cada día. Cuando esté a pleno rendimiento tendrá 40 trabajadores.
Su empresa, Food Style, no para de crecer en ventas dentro y fuera de España. Ya comercializa en Francia, Portugal e Italia, y este nuevo año se va a extender por otros ocho países más, «fundamentalmente en Europa y, si podemos, también en Iberoamérica».
Todos los huevos fritos que producen los comercializan directamente a grandes clientes finales. A su lista se acaba de incorporar una de las más conocidas multinacionales estadounidenses de restaurantes de comida rápida. «Vendemos solo a clientes finales como hospitales, colegios o cadenas de comida rápida», explica Yzuel, quien no duda en defender las bondades de un producto tan típico y sencillo como el huevo: «Es la proteína animal más barata de producir, es un superalimento y se come en todas las culturas y confesiones».
Patente que llega a China, EE.UU., Australia...
La patente con la que ha triunfado la tiene protegida en 18 países , desde España a Estados Unidos, pasando por países como China, Australia, Suráfrica o Rusia.
Su fórmula es única. «No hay constancia de nadie más en el mundo que haya conseguido producir auténticos huevos fritos congelados», explica. «Desde 1996 en Francia hay una firma que elabora huevos congelados, pero no son fritos propiamente dichos sino más bien cocidos, una especie de huevo duro con forma de huevo frito, que no es lo mismo».
