Sociedad

El Ebro vuelve a inundar cientos de hectáreas a su paso por Aragón

La riada provocada por las lluvias y nevadas del fin de semana causa desbordamientos en un río que baja cargado con más de 1.400 metros cúbicos por segundo

Tierras inundadas por el Ebro, este martes, en el municipio zaragozano de Novillas Fabián Simón

Roberto Pérez

Los agricultores de los pueblos aragoneses ribereños del Ebro vuelven a estar en vilo por una nueva crecida de este río que nutre sus economías, pero que, al mismo tiempo, azota sus bolsillos en forma de inundaciones cada vez con más frecuencia.

El año pasado sufrieron cinco inundaciones seguidas, la más dañina entre los últimos días de febrero y los primeros de marzo. Aquel episodio reactivó las quejas de los habitantes de la zona, que llevan años exigiendo a las administraciones públicas que limpien el cauce del río, porque cada vez está más colmatado. Esto hace que cada vez haga falta un menor aumento de caudal para que se produzcan desbordamientos.

Ahora, otro año más, en los pueblos ribereños miran con preocupación una nueva crecida del Ebro . En esta ocasión por el temporal de lluvia y nieve del pasado fin de semana.

La punta de la riada ha entrado en las tierras aragonesas del Ebro en la mañana de este martes. El caudal está por encima de los 1.400 metros cúbicos por segundo . La peor parte se la llevarán los pueblos del tramo alto del Ebro aragonés, porque conforme avanza el cauce los caudales bajarán más moderados. Esto es así debido a que las tierras de los municipios situados aguas arriba sirven de «desagüe», de aliviadero de riadas. Eso sí, a costa de ver cómo se inundan sus campos.

Esta riada es moderada. Técnicamente, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) la califica como normal a tenor del caudal que lleva el río. Pero esto no ha impedido que, una vez más, las aguas se hayan salido del cauce y hayan cubierto campos aledaños.

Al término municipal de Novillas la punta de la crecida llegaba este martes e inundaba unas 600 hectáreas de terrenos, según ha indicado a ABC el alcalde de la localidad, José Ayesa . En Novillas, las aguas crecidas del Ebro casi acarician un cartel indicativo con el nombre de esa localidad en una carretera próxima al cauce. Y, junto a él, aguanta —con los pies mojados— otro improvisado cartel colocado hace tiempo con fines reivindicativos: «Río Ebro: limpieza ya o ruina total» .

De un año a esta parte las máquinas públicas han trabajado para reponer defensas en las márgenes del Ebro y recuperar infraestructuras dañadas. Pero siguen sin llegar una limpieza en profundidad del cauce, que los pueblos ribereños llevan años reivindicando con tanta insistencia como poco éxito y que, sin embargo, es cuestionada por colectivos conservacionistas.

El alcalde de Pradilla, Luis Eduardo Moncín , reconoce que aún está por llegar esa ansiada limpieza del cauce. Y habla, por ejemplo, de la «gran isla» que hace tiempo surgio en pleno río, cerca de esta localidad, y que hace que allí el Ebro tenga un cuello de botella peligroso para las fincas de la zona.

En esta ocasión, sin embargo, se confía en que los desbordamientos puntuales del Ebro que provoca esta riada no deje grandes pérdidas.

En Novillas las aguas del Ebro han alcanzado los seis metros de altura en la tarde de este martes. En Pradilla ha superado los siete metros, y en Alagón roza los seis metros. Y el caudal sigue en aumento.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación