Sociedad
El Ebro sufre un estiaje prematuro que deja a la vista un gran lecho de algas en Zaragoza
La estampa es inusual en esta época, cuando aún no ha llegado oficialmente el verano
El E bro sufre un estiaje prematuro, inusual en estas fechas del año y más propio de la canícula que de mediados del mes de junio, cuando todavía no ha llegado oficialmente el verano. La escasez de agua ha dejado a la vista un extenso lecho de algas en el cauce del Ebro a su paso por Zaragoza capital .
Este acusado descenso del caudal suele ocurrir en las semanas centrales del verano, entre julio y agosto. En estas fechas de junio resulta extraño. De hecho, ha habido años que en vísperas del verano lo que ha preocupado ha sido justo lo contrario, las crecidas del Ebro y sus temidas riadas. Esas crecidas en vísperas de la estación estival venían motivadas por lluvias persistentes, ocasionalmente combinadas con el deshielo del Pirineo.
Este año, sin embargo, las precipitaciones no han sido abundantes. Tampoco las nevadas en invierno. De hecho, el deshielo también se adelantó considerablemente y arrancó en pleno invierno. Y todo eso se nota en el Ebro y en la red de embalses de esta cuenca hidrológica, cuyas reservas están muy por debajo de las de hace un año y son inferiores a la media del último quinquenio.