A Dios rogando, pero con el desfibrilador a mano (por si acaso)

Tener fe en la vida eterna, pero sin prisa para llegar al momento son perfectamente compatibles. La zaragozana Basílica del Pilar lo atestigua tras dotarse de desfibriladores de última generación , listos para salvar la vida de cualquiera que sufra una crisis cardíaca estando en el templo –o, se supone, en las inmediaciones–.

A diario acuden a este emblemático templo miles de personas –entre cinco y seis millones a lo largo del año–. Y, con estos equipos de emergencias, se ha convertido también en uno de los puntos cardiológicamente más «seguros» de Aragón.

Los desfibriladores han sido contratados por el Cabildo de la Basílica del Pilar a la empresa B+Safe. Según ha explicado la compañía, los equipos con los que se ha dotado el templo son de alta gama, fáciles de manejar y dotados de un módulo de comunicación creado para dotar a estas unidades de telecontrol, teleasistencia y geolocalización las 24 horas del día.

«Garantiza su buen funcionamiento, además de dar ayuda a la persona que atenderá la emergencia y ahorrará tiempo en el momento de encontrar a la víctima por parte del 112 (servicio autonómico de emergencias asnitarias), ya que tendrán las coordenadas exactas de la localización del paciente», han indicado desde B+Safe.

Además, se ha impartido un curso de cardioprotección a 16 de los trabajadores que tiene la Basílica del Pilar , a fin de que estén preparados para poder utilizar el desfibrilador y prestar primeros auxilios en caso de necesidad. La formación ha incluido técnicas de resucitación cardiopulmonar, soporte de uso vital básico y uso de estos desfibriladoers.