Tribunales

Las depravadas prácticas con menores que le han costado 19 años de cárcel a un hombre de 68, en Teruel

Un vecino de Andorra (Teruel), condenado por abusar sexualmente de dos chicas de 13 y 14 años. Reunía en su casa a menores, les daba alcohol y drogas, y les dejaba una habitación para mantener relaciones sexuales

El acusado fue detenido por la Guardia Civil en febrero de 2019, tras la denuncia presentada en Alcañiz por la madre de una de sus víctimas, menor de edad F. S.

R. P.

Un español de 68 años, vecino de Andorra (Teruel), acaba de ser condenado a 19 años de prisión por vender e incitar al consumo de drogas a adolescentes en su casa y por abusar sexualmente de dos chicas de 13 y 14 años que acudían a su domicilio. El tribunal ha destacado la «particular perversidad que revela la forma de actuar» del condenado, y «además, prolongada durante un largo periodo de tiempo».

En los hechos probados de la sentencia, dictada por la Audiencia Provincial de Teruel, se relata cómo el acusado había convertido su piso en una «peña» en la que dejaba entrar a menores de edad, les facilitaba alcohol y drogas, ponía a su disposición una habitación para que los menores practicaran sexo entre sí, y además él llegó a abusar sexualmente de esas dos muchachas cuya confianza se había ganado previamente. Un día se quedó en casa con las dos chicas de 13 y 14 años, y penetró vaginalmente con sus dedos a la menor de ellas.

Las depravadas prácticas con menores que tenían lugar en esa vivienda acabaron destapándose cuando la hermana de una de las menores –que también acudía a ese piso- acabó contándoselo a su madre y ésta lo denunció ante la Guardia Civil.

El acusado, José A. G. , que no tenía antecedentes penales hasta este momento, ha insistido en negar las acusaciones y en proclamar su inocencia, pero el tribunal considera concluyentes las declaraciones inculpatorias de los testigos de cargo, además de las drogas halladas en la casa.

La sentencia relata cómo «el acusado proporcionaba a los menores de edad, además de bebidas alcohólicas, marihuana que consumían en el interior de la vivienda», unas veces gratis y otras a cambio de dinero. Además, a alguno de esos menores, «de acuerdo con los mismos», los utilizaba de «camellos» : les daba pequeñas bolsas de marihuana para que las vendieran por cinco euros, uno para ellos a modo de comisión y cuatro para el acusado.

Cuando la Guardia Civil registró ese domicilio se encontró droga repartida por toda la casa (porros, marihuana y cannabis), así como múltiples efectos para su consumo, preparación y distribución de las dosis. Asimismo, «en el dormitorio una braguita tanga de color rojo, colgada en un cuadro junto a la cabecera de la cama» -la sentencia indica que, en ocasiones, el acusado exhibía «grotescamente sus partes con una prenda íntima de mujer»-.

El episodio de los abusos sexuales

La misma sentencia relata también como hecho probado cómo, en octubre de 2018, cuando el acusada estaba en su casa con dos menores de 13 y 14 años, a la más joven la provocó diciéndole que tenía los pechos pequeños. Ella se fue al cuarto de baño y él la observó mientras se quedaba ante el espejo con el pecho al descubierto. El acusado siguió incitándola: «le espetó que tenía los pezones metidos hacia dentro y que él sabía cómo solventar esa situación».

El episodio siguió en el sofá del comedor. El acusado «introdujo la mano por debajo del pantalón y la braga de la chica, llegándole a introducir uno o más dedos en el interior de la vagina. Como consecuencia de ello, la menor le quitó la mano y, acto seguido, el investigado le sacó un pecho por encima de la camiseta y le chupó un pezón». En ese momento regresó al salón la otra menor, de 14 años, ante la que el acusado se jactó de que había penetrado a la otra chica con tres dedos .

Esta otra adolescente relató después durante el proceso judicial que el acusado también había abusado de ella en varias ocasiones , con «tocamientos sobre los muslos y órganos genitales femeninos, pero siempre por encima de la ropa», y que también la había besado en la boca en alguna ocasión. Esto también consta en la sentencia como hechos probados. En ella se indica igualmente que el acusado «proporcionaba a las menores bebidas alcohólicas y cigarrillos de marihuana» y «les requería para que se dejaran acariciar» .

Finalmente, la Audiencia Provincial de Teruel ha condenado a José A. G. a un total de 19 años de prisión, en línea con lo solicitado por la Fiscalía: cuatro años por un delito contra la salud pública con menores de edad, a algunos de los cuales, además, «enseñaba a delinquir» al utilizarlos en ocasiones para vender droga ; cinco años de cárcel por un delito continuado de abuso sexual a una menor que cuando se denunciaron los hechos tenía 14 años; y diez años de prisión por abusar sexualmente con penetración vaginal con los dedos a la menor que tenía 13 años cuando ocurrió.

«Ensayarles en los vicios»

En su sentencia, los magistrados censuran con dureza cómo el acusado se «aprovechó de las ansias de libertad de menores adolescentes, de su curiosidad en el momento de su despertar sexual, de sus ganas de probar cosas nuevas, particularmente las prohibidas, para sustraerlos de sus obligaciones (se fugaban del colegio), separándoles de la protección de sus familias al darles cobijo en sus fugas».

Y todo ello, dice la sentencia, «para granjearse así su confianza y, una vez ganada, ensayarles en el conocimiento de los vicios que él dice haber abandonado». «Todo ello con sede en su domicilio, en el que la propuesta de desinhibición de la voluntad de las menores con el consumo de la bebida y de la marihuana les facilita también el ambiente propicio para el intercambio de relaciones sexuales entre ellos, poniendo a su disposición la habitación del fondo (…), proporcionándoles un conocimiento del sexo, no en su mejor versión precisamente, para conseguir su propio placer sexual tocando a las menores en abuso de su confianza, prestada por su aparente generosidad».

El ahora condenado lleva en prisión provisional desde el 15 de febrero de 2019, cuando fue detenido tras la denuncia que destapó las prácticas con menores que realizaba en su casa de Alcañiz.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación