Gasto público
Las Cortes de Aragón se gastan en limpieza más de 35.000 euros al mes
Los 67 diputados tienen su sede en un complejo con más de 5.000 metros cuadrados de superficie útil
La higiene parlamentaria, en el sentido más literal del término, le cuesta a Aragón más de 35.000 euros al mes. Es lo que se les va a las arcas autonómicas en la limpieza cotidiana de la sede de las Cortes regionales , el histórico Palacio de la Aljafería.
La cuenta sale a más de mil euros diarios en la higiene y limpieza de unas instituciones en las que desarrollan su labor política 67 diputados , pero cuya superficie útil supera los 5.000 metros cuadrados .
El complejo abarca tanto las dependencias parlamentarias y las amplias áreas de oficinas administrativas de la Cámara y de los distintos grupos políticos, así como la denominada zona monumental, el área histórico-artística de este emblemático palacio de origen islámico que está abierta al público y que registra anualmente un abultado flujo de visitantes.
De la limpieza se encargan empresas externas, contratadas al efecto por el Parlamento regional. En estos momentos se está ultimando el proceso de licitación para adjudicar un nuevo contrato que estará en vigor durante un mínimo de dos años, desde el 1 de agosto próximo.
En las condiciones de este concurso público se establece un presupuesto anual de 423.500 euros (IVA incluido) por la limpieza diaria de esta sede parlamentaria regional.
El equipo de trabajadores dedicado a la limpieza está formado por 19 personas, según consta en esos pliegos de licitación: un «especialista», dos «peones especializados» y 16 limpiadores y limpiadoras. Gran parte de ellos tienen contratos a tiempo parcial. La proporción sale en las Cortes de Aragón a dos empleados de limpieza por cada siete diputados .
En los pliegos de licitación se detallan cómo tienen que realizarse esas tareas de limpieza. Por ejemplo, se establece que el hemiciclo debe ser «aspirado y desempolvado» dos días a la semana, y a diario se tiene que hacer en las zonas de acceso a los escaños y zonas de presidencia.
La actividad en el hemiciclo suele reducirse, de ordinario, a dos días cada quince, que es cuando tienen lugar las sesiones plenarias. En días en los que hay pleno, el contrato obliga a limpiar en profundidad el hemiciclo la víspera y, además, hacer otro repaso general a mediodía en la jornada en la que hay pleno, para que los diputados se lo encuentren relimpiado cuando vuelvan a sus escaños tras la comida.
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