Salud
Cincuenta niños conviven a diario con un techo cancerígeno en un colegio público de Zaragoza
El Gobierno aragonés reconoce el riesgo, que se arrastra desde hace 50 años, pero no da fecha para sustituir el tejado de uralita, un material prohibido en España

Los cincuenta escolares del colegio público de Peñaflor (barrio rural de Zaragoza capital) conviven a diario con tejado potencialmente cancerígeno , la techumbre de uralita que desde hace cincuenta años cubre las dos aulas prefabricadas con que cuenta este colegio.
El riesgo ha sido reconocido por el propio Gobierno aragonés en respuesta a una pregunta parlamentaria planteada por Podemos. La consejera aragonesa de Educación, María Teresa Pérez, dice que está previsto eliminar ese tejado, pero no da plazos concretos de cuándo se harán las obras.
Padres de alumnos y profesores de este colegio público llevan años pidiendo que se acabe con la precariedad que arrastran esas aulas prefabricadas y, en particular, que se eliminen esos tejados de uralita. Es un material de construcción totalmente prohibido en España al estar fabricado con amianto y estar probado que este componente es cancerígeno.
Una profesora de este colegio ha explicado a ABC que, pese a la insistencia con la que llevan años planteando este problema, no han logrado todavía que el Gobierno aragonés ponga solución. «Incluso hablamos con Sanidad y con el servicio autonómico de riesgos laborales, pero se limitaron a decirnos que no había un peligro inminente ni contrastado porque no se apreciaban roturas en el tejado de uralita ni estaba al alcance de ser manipulado por los niños», ha explicado esta profesora.
Ha indicado que la presencia de este material cancerígeno es una «preocupación evidente», pero no el único problema en un colegio en el que la precariedad de las instalaciones es múltiple. Con aulas prefabricadas desde hace cincuenta años, en las que actualmente reciben clase 20 de los 50 alumnos del centro, estos barracones presentan un deterioro creciente.
En la información oficial facilitada por el Gobierno aragonés se asegura que, de las 31 aulas prefabricadas que hay repartidas por un total de siete colegios aragoneses, las dos de Peñaflor son las únicas construidas con materiales cancerígenos y prohibidos.