Sociedad
Un científico de Zaragoza, al frente de una investigación internacional sobre el espacio-tiempo
Ha sido elegido para liderar este proyecto en elq ue participan 27 países
Un científico de la Universidad de Zaragoza, el profesor José Manuel Carmona Martínez , ha sido elegido para liderar un ambicioso proyecto de investigación en el que participan 27 países , con el fin de indagar en la «naturaleza fundamental del espacio-tiempo» . Carmona Martínez pasa a ser el coordinador general de este grupo internacional de investigación, denominado COST, dedicada a la «fenomenología de gravedad cuántica mediante una estrategia multimensajero».
COST (Cooperación Europea en Ciencia y Tecnología) es una organización financiada por la UE para el establecimiento de redes de investigación llamadas «Acciones COST». Estas redes proporcionan mecanismos de colaboración en el seno de la comunidad científica europea (y de fuera de Europa), facilitando la innovación y los avances en la investigación.
José Manuel Carmona es Profesor Titular del Departamento de Física Teórica de la Universidad de Zaragoza, del cual es actualmente Profesor Secretario. Ha realizado estancias investigadoras en la Universidad de Pisa, la Universidad Louis Pasteur de Estrasburgo, y en el CERN.
Según ha informado la Universidad de Zaragoza, la investigación se va a llevar a cabo utilizando cuatro tipos de «mensajeros cósmicos»: rayos gamma (fotones o luz de alta energía), neutrinos, rayos cósmicos y ondas gravitacionales. El objetivo es facilitar la colaboración entre los físicos teóricos que desarrollan los modelos de espacio-tiempo cuántico y los físicos experimentales que detectan cada uno de estos «mensajeros» para lograr avances en este campo, aún relativamente joven, que promete revolucionar nuestro entendimiento de la física fundamental.
«Los físicos tenemos ciertas conjeturas sobre cómo es el espacio y el tiempo a escalas ínfimas; por decirlo de algún modo, existirían "átomos de espacio y de tiempo" a distancias del orden de 10 elevado a -33 centímetros (una milésima de millonésima de billonésima de billonésima de centímetro) y tiempos del orden de 10 elevado a -43 segundos (una fracción del segundo todavía mayor que la anterior)», destaca José Manuel Carmona. «Parecería imposible explorar efectos de un espacio-tiempo discontinuo (“cuántico”) a estas escalas, pero las partículas de alta energía que se propagan en él pueden sufrir efectos que, aunque minúsculos, podrían ser detectados si estas partículas nos llegan tras haber recorrido distancias enormes».
Esto es lo que sucede con los «mensajeros cósmicos». La explosión de una supernova o la fusión de agujeros negros o estrellas de neutrones acaecidas en galaxias distantes producen partículas extraordinariamente energéticas que llegan hasta nosotros y son detectadas mediante satélites o experimentos en la Tierra, llevando información sobre cómo se han propagado en ese «espacio-tiempo cuántico».