Tribunales
A la cárcel por seducir a ancianos para desplumarles
Una joven rumana afincada en Zaragoza, condenada por segunda vez por el mismo motivo
Se llama Elena Dragan , es de origen rumano y llevaba años haciendo de la seducción engañosa su rentable modo de vida en Zaragoza. Al final, le va a costar la cárcel por reincidente. Deberá cumplir más de tres años de prisión tras haber sido condenada por segunda vez por su particular combinación de sexualidad y engaño. Todos sus objetivos eran ancianos.
En realidad han sido tres veces las que se ha sentado en el banquillo por hechos similares durante los últimos años. Pero la primera vez salió airosa del envite judicial. Se la acusó de haber estafado a un anciano 79.500 euros en total tras haberse ganado su confianza, pero el tribunal que la juzgó no vio suficientemente probado el delito.
Sí que lo vio probado el juzgado que la encausó en una segunda ocasión. Le impuso una pena de tres meses de cárcel. Pero como no tenía antecedentes penales, no ingresó en prisión.
Pese a aquella condena, la joven Elena Dragan no rebló y siguió poniendo en práctica sus dotes seductoras para desplumar a ancianos. En sus redes cayó un hombre de 80 años, casado, cuyos favores se ganó y con el que llegó a mantener relación sexual. Primero le pidió dinero de forma voluntaria; después no dudó en chantajearle, amenazándole con contarle todo a la mujer del anciano.
El caso finalmente acabó en denuncia, y en juicio. Y a Elena Dragan le ha costado una segunda condena de tres años y tres meses de prisión, además de quedar obligada a devolver al anciano los 6.328 euros que le sacó, según considera probado la sentencia.
La joven rumana ya no se escapa de la cárcel. Tendrá que cumplir esta segunda condena y se le computa también la anterior de tres meses de prisión que se le impuso.
