PATRIMONIO
El «rey del carbón» se sentará en el banquillo por la destrucción de una cueva del neolítico
El juicio contra el empresario leonés Victorino Alonso comenzará el 21 de septiembre del próximo año
![La Cueva de Chaves, en la Sierra de Guara](https://s2.abcstatics.com/media/espana/2015/12/02/CUEVA--620x349.jpg)
El juicio contra el empresario leonés del carbón Victorino Alonso por la destrucción del yacimiento arqueológico de la Cueva de Chaves , uno de los más importantes del neolítico en Europa, se celebrará en septiembre del próximo año y durará tres días. La celebración de la vista oral está previsto que comience el 21 de septiembre. Así consta en una diligencia judicial que acompaña al auto de inicio del procedimiento dictado por el titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Huesca, encargado de enjuiciar los hechos.
La Cueva de Chaves es un importante yacimiento que alberga restos arqueológicos del neolítico únicos en Aragón. Es el segundo más importante de la península y uno de los más relevantes a nivel internacional. Sin embargo, gran parte de ese patrimonio ha sido destruido en los últimos años.
Esta cueva se encuentra en la Sierra de Guara , en el Pirineo aragonés. Está dentro de la propiedad privada de la empresa Fimbas S. A., una de las sociedades de la órbita del empresario leonés, que acumula numerosas denuncias por irregularidades medioambientales. La propiedad se conoce como finca de Bastarás y en ella se han realizado numerosas cacerías.
En el año 2007, esta empresa encargó trabajos a otra sociedad, Ferpi Transportes y Obras. Se construyó una amplia pista que llega hasta la boca de esta cueva de la propiedad. En el interior se removió la tierra sin ningún tipo de control y estos trabajos han acabado por destruir gran parte de los importantes restos del neolítico que se hallaron en su día.
Restos únicos en Europa
En su interior, los investigadores habían encontrado cantos pintados de hace ocho milenios, un enterramiento de hace casi 8.000 años , numerosas piezas de cerámica y 12.000 fósiles de ungulados. Entre los hallazgos más relevantes destaca un enterramiento neolítico: un varón adulto, fuertemente replegado y quizá atado, que llevaba un grueso anillo de hueso. Lo cubrieron con 296 cantos rodados blancos, tras espolvorearlo con ocre rojo y depositar en la tumba las cenizas de una cabra ofrendada. Es un rito del Neolítico Antiguo.
Las excavaciones revelaron que, de los restos de los animales que allí se encontraban, el 70 por ciento pertenecían a animales domésticos y entorno a un 30 por ciento a animales procedentes de la caza, sobre todo cabras y conejos.
En el momento del desastre, los investigadores solo habían excavado un diez por ciento de la cueva y ya habían encontrados restos únicos. De ahí que el desastre sea mayor, ya que nunca se podrá conocer qué más tesoros albergaba este rincón del Pirineo.
Fue en el 2009 cuando el arqueólogo responsable de las excavaciones en la cueva, Vicente Baldellou –ya fallecido–, comprobó lo que había sucedido en su interior. Desde entonces se intentan depurar responsabilidades.
Tras años instruyendo el caso, el juzgado número 3 de Huesca considera como único responsable al empresario Victorino Alonso. La Fiscalía también sostiene esta tesis. Por eso ha solicitado para él una condena de 2 años y 6 meses de prisión y una indemnización de 14 millones de euros. Tanto el juez como el fiscal le señalan únicamente a él, porque que era quien administraba la sociedad encargada de gestionar el coto de caza donde se encontraba el yacimiento.
Para evitar que esto vuelva a ocurrir, son muchas las asociaciones que reclaman que estos restos tan importantes se protejan desde el punto de vista legal. Piden que se declaren Bien de Interés Cultural o Zona de Protección Arqueológica. Además, dada la relevancia de sus pinturas podría solicitarse la más alta protección: Patrimonio de la Humanidad, bajo la denominación genérica «Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica».
Y es que estas pinturas, según varios expertos, «son el conjunto de arte rupestre más grande de Europa y constituyen una imagen excepcional de la vida humana en un periodo fundamental de la evolución cultural de la humanidad». Sin embargo, la desprotección a la que han estado expuestas en los últimos años ha acabado por destruirlas, y solo se conserva una mínima parte de lo que en la cueva se halló en un primer momento.