El calentamiento del Pirineo se agrava y acelera la agonía de los últimos glaciares de España
Las mediciones en el glaciar de La Maladeta (Huesca) alertan de una severa pérdida de espesor en los últimos doce meses, la segunda más grave en 30 años
El Pirineo aragonés conserva los últimos glaciares de España , pero cada vez queda menos de ellos. El último año hidrológico 2020-2021 ha sido de los peores que se recuerdan para estas masas heladas. Lo atestiguan las mediciones que se han realizado en uno de ellos, el glaciar de La Maladeta (Huesca) : en solo doce meses ha perdido 1.939 milímetros de agua equivalente. Ha sido el segundo peor año desde 1992 , según han informado fuentes de la Confederación Hidrográfica del Ebro.
Traducido en superficie, esto ha supuesto que en los doce últimos meses se han perdido 1,6 hectáreas de glaciar. Es un dato demoledor si se tiene en cuenta que, en los 30 últimos años, ha desaparecido el 64% de la extensión.
En 1992, el glaciar de La Maladeta ocupaba 50 hectáreas. Ahora, solo 18,3 hectáreas. La evolución evidencia el ritmo de la agonía de esta masa helada, en paralelo al repunte de las temperaturas medias.
Si se analizan los espesores de hielo, este año el hielo glaciar se ha reducido 223 centímetros. En la anterior campaña la merma fue de 24 centímetros de espesor. Desde 1992 se han perdido 25 metros, pero si la medición se hace en el frente del glaciar la reducción del espesor ha sido de 50 metros.
En estos tres decenios, el ritmo medio de pérdida era de 738 milímetros de agua equivalente. La del último año ha sido de más del doble.
El calentamiento atmosférico está haciendo que, año tras año, se funda toda la nieve que cae en invierno y, además, una parte del hielo que se formó hace decenas de miles de años. Los glaciares del Pirineo aragonés alcanzaron su máximo hace algo más de 30.000 años. Ahora agonizan sin freno, asomados a su absoluta desaparición.
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