El Ayuntamiento de Zaragoza lanza una campaña entre la hostelería para aprovechar al máximo la comida
Los talleres formativos inciden en técnicas de planificación de compras, de conservación y de cocinado para reducir al mínimo los alimentos que acaban en la basura
El Ayuntamiento de Zaragoza ha emprendido una campaña para formar y concienciar a los hosteleros de la capital aragonesa en técnicas que permitan aprovechar al máximo la comida que compran, reducir al mínimo la que acaba en la basura y difundir los canales solidarios a los que pueden donar los alimentos antes de que caduquen.
La campaña se desarrolla en colaboración con las patronales del sector y se articula a través de talleres formativos, impartidos por un cocinero profesional.
La consejera municipal de Medio Ambiente, Patricia Cavero , desde cuyo departamento se impulsa esta iniciativa, visitó este martes uno de esos talleres. Lo hizo junto al presidente de Cafés y Bares, José María Marteles , y la vicepresidenta de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Zaragoza (Horeca), María Teresa Barra .
En las sesiones formativas se dan consejos para planificar las compras y controlar el inventario de productos para evitar que los alimentos caduquen, se enseñan técnicas de manipulado y de conservación para reducir las mermas, y también nuevas recetas de aprovechamiento para sacar el máximo partido a los productos.
«Se busca dar a conocer también a los profesionales del sector iniciativas solidarias que se han ido implantando en nuestra ciudad para dar salida a sus productos y evitar que acaben en el cubo de la basura», indican desde el Ayuntamiento de Zaragoza.
Estos talleres forman parte de la campaña de sensibilización que está llevando a cabo el área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zaragoza para reducir el desperdicio alimentario. Esta iniciativa busca a concienciar tanto a los profesionales de la hostelería y la restauración como a la ciudadanía en general, poner en valor los alimentos, dar a conocer los recursos que se despilfarran con el desperdicio y con ello contribuir a un mayor aprovechamiento.
Actualmente un tercio de los alimentos que se producen en el mundo acaban en la basura con el consiguiente coste económico y el impacto ambiental que supone primero su producción y luego su tratamiento posterior. En España cada año se tiran a la basura unos 176 kilos de alimentos por persona.